Como es sabido, en Panamá confluirán los jóvenes de todos los países de América Latina entre el 22 y el 27 de enero del año que viene para la Jornada Mundial de la Juventud que se llevará a cabo en el país del canal. Allí estará esperándolos una reliquia del beato y mártir salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, a quien el Papa declarará santo, junto con Pablo VI, el 14 de octubre en Roma.
La reliquia “es un pequeño fragmento de una de sus costillas que fue extraído en el momento en que se practicó la autopsia, tras su asesinato en 1980”, cuando celebraba misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia en San Salvador. Así lo hizo saber la arquidiócesis de Panamá. Esta reliquia “de primer grado” llegó a Panamá sobre un cuadro de Mons. Romero que fue recibido el martes 31 de julio por el arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, de manos del postulador salvadoreño de la causa de Romero, Mons. Rafael Urrutia.
En el momento de la entrega, Mons. Ulloa señaló que la reliquia será expuesta en la Catedral Metropolitana para la visita del Papa Francisco, confirmada hace pocos días, en ocasión de la JMJ del próximo mes de enero.
En febrero de este año el comité organizador de Panamá abrió oficialmente la inscripción para el gran encuentro de 2019 y se ha previsto que llegarán al país centroamericano aproximadamente 600.000 personas provenientes de toda América Latina; también anunciaron su presencia delegaciones de Europa, África, Oceanía y Asia. El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, destacó que la próxima XXXIV edición de la JMJ involucrará de cerca a toda América Central, una región que fue visitada por última vez por un Papa, Juan Pablo II, en 1982 y todavía no ha recibido al Papa latinoamericano.