NICARAGUA. DIALOGO CON AMENAZAS DE MUERTE. Denuncia de los obispos del país centroamericano comprometidos en la difícil tarea de buscar una solución pacífica a la crisis

El cardenal de Managua Lepoldo Brenes mientras denuncia las amenazas de muerte (Foto AFP-END)
El cardenal de Managua Lepoldo Brenes mientras denuncia las amenazas de muerte (Foto AFP-END)

Lo que había comenzado como una protesta contra la reforma de la Seguridad Social implementada por el gobierno de Daniel Ortega se ha transformado en una verdadera exigencia de democratización del sistema político y de renovación de sus funcionarios, concretamente del matrimonio Ortega Murillo, presidente y vicepresidente de Nicaragua respectivamente. Después de la masacre de estudiantes – la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido 78 – la Iglesia salió a la palestra para ofrecer una difícil mediación que evite al país trágicos sufrimientos ya experimentados en el pasado. El resultado es una “Mesa de Diálogo Nacional” que reunió a todas las partes enfrentadas y que hasta el momento no ha logrado alcanzar resultados debido a la resistencia del gobierno, que ahora parece recurrir también a las amenazas contra los mediadores.

“Nos vemos en la urgente necesidad de informar a nuestro pueblo sobre el descrédito y las amenazas de muerte de las que estamos siendo objeto obispos y sacerdotes, particularmente nuestro buen hermano monseñor Silvio José Báez Ortega, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua”, denunció la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) en un comunicado difundido ayer martes 22 de mayo. Las amenazas y difamaciones denunciadas se llevan a cabo por medio de “ataques del Gobierno orquestados a través  de periodistas y medios de comunicación oficialistas y cuentas anónimas en redes sociales como Facebook y Twitter”, señala el texto.

“Recordamos a los agresores que somos un cuerpo colegiado” advierten los obispos de Nicaragua, “y que si se ataca a un obispo o a un sacerdote se nos ataca a la Iglesia, y que no renunciaremos a acompañar en esta hora decisiva a todo el pueblo nicaragüense que bajo el azul y blanco de nuestra bandera ha salido a las calles a reclamar sus justos derechos”.

En este momento, uno de los más críticos de la historia del país, los Obispos censuran “la cruda represión por parte del Gobierno de Nicaragua que trata de evadir su responsabilidad como principal actor de las diversas agresiones”. En el ejercicio del “ministerio profético que anuncia y denuncia” y “como mediadores y testigos del diálogo nacional” afirman los Obispos, “estamos llamados a proponer y promover todas las vías posibles para alcanzar la tan deseada democratización del país” y por lo tanto “es nuestro sagrado deber pronunciar la Palabra Verdadera que nos haga libres”. Por su parte, Mons. Báez Ortega afirmó en Twitter “Que sepan, quienes me insultan y calumnian e incluso quieren mi muerte, que no tengo miedo y que no me doblegarán ni me callarán. Mi fidelidad a Jesucristo y mi amor al pueblo de Nicaragua están más firmes que nunca”.

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