También están ellos, y son muchos. Los discapacitados de la guerrilla, los que sufrieron heridas o daños y ahora, en este nuevo tiempo de paz, deben hacer frente a una limitación física o mental que los acompañará toda la vida. La Universidad Nacional de Colombia realizó un censo según el cual hay tres mil personas en esta situación. Los acuerdos de paz crearon los “Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR)”, que cuentan con un centro de salud equipado con ambulancia, médico y enfermeras auxiliares, pero todavía no existe un tipo de asistencia especializada para los discapacitados más graves y urgentes, ni apoyo para la rehabilitación de las personas que lo requieren. La necesidad de ofrecer este tipo de servicios médicos es un problema complicado, debido a las grandes distancias entre los espacios territoriales de reinserción y los centros de salud que cuentan con personal y equipamiento adecuado para atender los distintos tipos de discapacidad de los ex guerrilleros.
El diario colombiano El Expectador publica las declaraciones de Laura Villa, ex guerrillera que integra el Consejo Nacional de Reincorporación (CNR). En nombre de la ex guerrilla, Villa señala que “más allá de la atención primaria, ningún excombatiente con alguna limitación física o sensorial ha recibido acompañamiento por parte de entidades de salud para su rehabilitación o la adquisición de instrumentos de apoyo como bastones, sillas de ruedas o auriculares”. Más aún – denuncia – los programas de reincorporacón a la vida civil de los desmovilizados no contemplan los casos de discapacidad física o mental”.
Explica que el Consejo Nacional de Reincorporación ha tenido que “autogestionar” la identificación y caracterización de las personas con algún tipo de discapacidad fisica o sensorial, porque tampoco se han creado programas para esta población. Por esa razón, a fines de 2017 se conformó una mesa técnica para que las entidades públicas encargadas trabajen en coordinación con el CNR a fin de identificar los casos prioritarios y establecer un acompañamiento adecuado para su atención. Hasta el momento, no hay ningún proyecto dirigido a las personas en condición de discapacidad. Algunos ex combatientes han recibido prótesis y atención en rehabilitación de parte de la Cruz Roja Internacional o de la Universidad Nacional, pero son programas que no están articulados a nivel nacional debido a la dificultad para encontrar personal capacitado y financiamientos.
Entre tanto, para los discapacitados de la guerrilla, en cierta forma la guerra continúa.