Trump vuelve a la carga: México es el país más peligroso del mundo y debe pagar el muro en su frontera. Pero México no se deja doblegar y responde que no pagará absolutamente nada y que tampoco es cierto que sea el país más peligroso del mundo.
Los estiletazos que volaron en los últimos días solo ponen en evidencia una disputa que no da señales de solución y promete nuevos capítulos. Lo que volvió a desatar las hostilidades fueron las declaraciones del presidente estadounidense, quien aseguró que directa o indirectamente México – “el país más peligroso del mundo” – pagará la construcción del muro en la frontera sur de los Estados Unidos. El primer mensaje que escribió en su cuenta personal de Twitter dice: “El muro es el muro” y subraya: “Nunca cambió ni evolucionó desde el primer día que lo concebí”. A los ambientalistas les asegura que “nunca fue mi intención construirlo en áreas con protección ecológica como montañas, pantanos, ríos, aguas…”. En el segundo mensaje agregó: “Directa o indirectamente o por medio de un reembolso a largo plazo, el muro será pagado por México, un país que tiene un ridículo superávit comercial con Estados Unidos de 71 millones de dólares. Los 20.000 millones de dólares que costará el muro son maníes comparado con lo que México obtiene de Estados Unidos con el Tratado de Libre Comercio de Norte América (NAFTA)”. Y más adelante: “Necesitamos el muro por el bien y la seguridad del país, necesitamos el muro para frenar la entrada masiva de droga desde México, un país que ha sido considerado como el más peligroso del mundo. Si no hay muro, no hay trato”.
La respuesta mexicana no se hizo esperar, señal de cuán sensible es el tema del otro lado del muro, ese que ya existe y Trump quiere prolongar y reforzar a costa de sus vecinos. El Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que en ningún caso México pagará una barrera física o un muro construido en territorio de Estados Unidos a lo largo de la frontera con el país. “Esta determinación no es parte de una estrategia de negociación mexicana, sino de un principio de soberanía y dignidad nacional”. También la Cancillería mexicana puso de relieve que si bien México tiene un grave problema de violencia “es falso afirmar que sea el país más peligroso del mundo” como ha declarado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien desde la campaña electoral ha descalificado a los mexicanos y los ha etiquetado como “criminales” y “violadores”. Los datos de la Organización de las Naciones Unidas referidos a 2014 (el informe internacional más reciente) muestran que México está muy lejos de ser uno de los países más violentos. Solo en América Latina hay otros países con tasas de homicidios más elevadas que el 16,4 atribuido a México. “Respecto a la violencia generada por el tráfico ilícito de drogas, armas y dinero entre nuestros países”, agrega el Ministerio de Relaciones Exteriores en una nota, “reiteramos que es un problema compartido que solo terminará si se tratan sus causas de raíz: la alta demanda de drogas en Estados Unidos y la oferta desde México (y otros países)”.