Rusia avanza. Estados Unidos retrocede. Uno de los efectos de la política de la nueva administración estadounidense liderada por el presidente Donald Trump. El acercamiento de Moscú a La Habana para reanudar los viejos lazos políticos y militares permitió que las empresas rusas incrementaran sus ventas a Cuba y aprovecharan el vacío que ha dejado el retroceso de las relaciones entre Estados Unidos y la Isla, según un análisis publicado el martes por la agencia internacional Reuters. La señal emblemática de la avanzada rusa es el regreso de los viejos automóviles Lada a las calles de La Habana. En efecto, en el mes de enero comenzarán a circular en la Isla 300 unidades de esta marca, correspondientes a la primera entrega desde hace más de una década de la empresa rusa AvtoVaz (acrónico de Fábrica Automovilística del Volga), la principal productora de aquel país.
La presencia de la gloriosa marca rusa de los años ’70 solo es la última evidencia del interés que demuestran por Cuba otras empresas rusas. Según la agencia británica, que cita fuentes oficiales rusas, entre enero y septiembre del año que está terminando las exportaciones rusas a Cuba crecieron un 81%, llegando a los 225 millones de dólares. Dicho nivel constituye, por el momento, la cuarta parte de las exportaciones chinas, que es el principal socio comercial de Cuba y en rápido crecimiento.
La industria petroquímica rusa también ha puesto sus ojos en la Isla después que Trump demostró sin lugar a dudas que tenía el propósito de “recongelar” las relaciones con el gobierno de Raúl Castro que su antecesor Obama, a impulsos del Papa Francisco, había comenzado a encauzar sobre bases distintas del pasado. La petrolera estatal Rosneft envió a Cuba 250.000 toneladas de petróleo y carburantes diesel a partir de un acuerdo firmado con Cubametales, por un monto aproximado de 100 millones de dólares según algunos expertos. Reuters considera que es “la última señal de que ambos países están preparando un importante acuerdo energético” en momentos en que los envíos de carburantes de Venezuela, el principal aliado ideológico de La Habana, se han reducido drásticamente debido a la grave crisis económica que está viviendo el país. Se habla también de una posible participación de Roseneft en la modernización de la refinería de Cienfuegos.
Ante la necesidad de actualizar la vieja infraestructura ferroviaria, las autoridades cubanas acordaron y recibieron el mes pasado la primera entrega de 75 locomotoras adquiridas en 2016 a la empresa rusa Sinara, por un valor de 190 millones de dólares. Por su parte KAMAZ, el principal productor de camiones de Rusia, incrementó también considerablemente sus exportaciones a Cuba.
En 2014 el gobierno ruso le condonó a Cuba el 90% de la deuda de 35.000 millones de dólares que las autoridades cubanas habían contraído con su aliado soviético, y ese mismo año comenzó a financiar las exportaciones de las empresas que tenían mercado en Cuba.