Pedro Pablo Kuczynski, Presidente del Perú, político a quien la prensa peruana llama “PPK”, se encuentra en Roma desde el miércoles a la noche y este jueves mantuvo algunos encuentros con personalidades vaticanas encargadas de preparar el viaje que el Papa Francisco hará a su país, tras una estadía de tres días en Chile, del 18 al 21 de enero de 2018. El viernes a la mañana el Presidente Kuczynski, quien asumió su cargo en julio de 2016, será recibido por el Papa en el Palacio apostólico, y según las declaraciones que hizo el mismo mandatario hablarán principalmente de la Visita del Pontífice, prevista para dentro de cuatro meses (que tocará las ciudades de Lima, Puerto Maldonado y Trujillo) y de otros dos temas importantes: los cambios climáticos y las graves condiciones de inequidad social en América Latina.
Con toda probabilidad, como es de esperar, el Papa y el Presidente harán durante el encuentro un repaso, aunque sumario, de diversas situaciones de la región: la pacificación y reconciliación que se está llevando a cabo en Colombia y sobre todo la prolongada y dramática crisis venezolana, paralizada desde hace tiempo en el “pantano del diálogo imposible”.
En una carta enviada a Francisco, el Presidente asocia su programa político a la propuesta de Francisco de Techo, Tierra y Trabajo, y en las primeras declaraciones que hizo al llegar a Roma explicó que el motivo principal de su visita y su encuentro con Francisco es “iniciar los preparativos del viaje que hará el Pontífice a mi país, donde ya todos lo están esperando, unidos en la esperanza”.
Desde el punto de vista práctico, logístico y protocolar, este viaje del Presidente del Perú en el contexto de la próxima visita del Papa no era en realidad necesario. La decisión del mandatario se debe interpretar en la óptica política, vale decir, por su deseo de establecer con el Papa una relación familiar en todos los niveles, que vaya más allá de la presencia de Francisco en el Perú durante tres días. El presidente Kuczynski ha dado a entender que considera esencial que el 18 de enero de 2018, cuando Francisco llegue a Lima, sea recibido por un amigo, por una persona que no solo es la máxima autoridad del Estado sino también alguien con quien mantiene un contacto directo y recíproco. No hay duda de que el Presidente, desde ahora y hasta enero, querrá mantener vivo este contacto informando periódica y personalmente al Pontífice sobre los preparativos para su visita.
En ambientes cercanos al Presidente se ha dado a entender además que Pedro Pablo Kuczynski desea mantener actualizado al Papa, con discreción y antes de recibirlo como huésped en el Perú, sobre la actual crisis política del país, grave y delicada, así como sobre las crecientes dificultades que enfrenta en la relación con los sectores de la oposición. El mandatario espera que la visita del Papa no sea usada, dentro del escenario político peruano, para enrolar al Pontífice en una u otra corriente. En su primer encuentro con Jorge Mario Bergoglio, Kuczynski considera que tendrá la oportunidad de encauzar la visita correctamente, garantizando el éxito y evitándole trampas.