Según informaciones recibidas por Survival International, todas las bases del gobierno que actualmente protegen a las tribus no contactadas de Brasil de la invasión de madereros y agroganaderos podrían ser desmanteladas. Esta medida constituiría la peor amenaza que hayan afrontado en décadas los pueblos no contactados del Amazonas.
Los agentes de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) del país cumplen un rol fundamental para la protección del territorio de las tribus aisladas, de madereros, agroganaderos, mineros y otros invasores. Algunos equipos de campo ya fueron retirados y hay más reducciones previstas a corto plazo. Probablemente miles de invasores entrarán a estos territorios apenas desaparezca la protección.
Se estima que en Brasil hay más de 100 tribus no contactadas, lo que significa más de dos tercios de la población mundial de este tipo de pueblos. Muchos de ellos viven en territorios indígenas que en total suman 54,3 millones de hectáreas de selva protegida, una superficie equivalente aproximadamente a Francia. Solo hay 19 equipos de la FUNAI especialmente encargados de vigilar estos territorios y puede ocurrir que todos ellos sean eliminados del presupuesto anual del país a pesar de que todos los fondos destinados a ese fin equivalen al salario y los beneficios promedio que reciben solo dos diputados brasileños.
Estas disposiciones son solo dos de una larga lista de medidas dispuestas por el gobierno del presidente Temer – quien llegó al poder en 2016 con la destitución de Dilma Rousseff – que podrían tener consecuencias catastróficas para los pueblos indígenas.
“Con los recortes de la FUNAI, el Gobierno está declarando la extinción de los pueblos indígenas”, afirmó la activista indígena Sonia Guajajara.
Paulo Marubo, indígena del Valle del Javari, en la Amazonia brasileña, declaró: “Si se desactivan los equipos de protección, será como antes, cuando muchos indígenas morían masacrados o por las enfermedades (…) Si los madereros vienen, querrán contactar con los aislados y transmitirán enfermedades e incluso los matarán.”
Los especialistas consideran que las estrechas relaciones entre el gobierno y los poderosos lobbys agroganaderos y empresas agrarias – que consideran los territorios indígenas como un obstáculo para su expansión – podrían haber jugado un rol decisivo en esta decisión.
En Brasilia se están llevando a cabo esta semana grandes protestas contra los planes del gobierno que intentan debilitar la protección de los derechos indígenas.
Las tribus no contactadas son los pueblos más vulnerables del planeta. Poblaciones enteras están siendo exterminadas por la violencia genocida de extraños que roban sus tierras y recursos, y por enfermedades como la gripe y el sarampión para las que no tienen inmunidad.
Survival conduce una campaña internacional por el derecho de los pueblos incontactados a sus tierras y a decidir autónomamente su futuro. “Los recortes presupuestarios del Gobierno en los fondos destinados a proteger a los pueblos indígenas aislados, claramente no tienen nada que ver con el dinero: el gasto que insumen es mínimo” declaró Stephen Corry, Director General de Survival International. “Es una maniobra política del agronegocio, para el cual las tribus no contactadas son un impedimento para incrementar sus ganancias, y que ha centrado la mira en la explotación de la selva que hasta ahora estaba fuera del alcance. Indudablemente estos recortes pueden provocar un genocidio de los pueblos aislados”.