“La iglesia eligió a los pobres y los pobres eligieron la radio”. Un eslogan, por supuesto, pero que dice muchas verdades. Dice que la radio, sobre todo en los países de América Latina, es el medio de comunicación cuya “fabricación” es más económica, es el más accesible para la gente, sobre todo los más pobres y marginales y el más práctico a los fines de la vida diaria. Cualidades y ventajas que las iglesias protestantes y el agresivo universo evangélico saben aprovechar con maestría, y los católicos – hablamos de los brasileños – demuestran que no subestiman. En este contexto se inscribe el primer Congreso de Radios Católicas de Brasil que tendrá lugar el 28 y 29 de marzo en Aparecida, la ciudad del famoso Santuario que visitó Bergoglio en su primer viaje como Papa. El encuentro es promovido por la Comisión Episcopal para las Comunicaciones de la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB) y la Red Católica de Radio (RCR) con el propósito de tratar algunos temas relacionados con los contenidos de las programaciones pero también con los problemas técnicos y jurídicos que plantea la expansión de las emisoras. “La presencia de los responsables de las radios de propiedad de la Iglesia o que están asociadas a ella será de gran importancia para tomar las decisiones que se requiere, legalmente ponderadas, e implementar una mayor seguridad y solidez de gestión”, destaca el arzobispo de Diamantina (Minas Gerais) y presidente de la comisión organizadora del Congreso, mons. Darci José Nicioli. Otro de los objetivos del encuentro es favorecer el intercambio de experiencias y contenidos entre profesionales de la comunicación, especialistas en temas jurídicos y fiscales y expertos del sector de la radio. “En este congreso participarán personas relacionadas con los ámbitos fundamentales de la comunicación y los aspectos tecnológicos, estructurales y especializados de una emisora, a fin de plantear fundamentalmente la temática del lenguaje”, anuncia Ângela Morais, presidente de la Red de Radios Católicas. “Veremos cómo hablar con nuestros oyentes en las plataformas digitales, cómo ser creativos en tiempos de crisis y también de los costos y de la manera de conseguir recursos”.
El potencial de las radios católicas en Brasil es enorme. El IBOPE, instituto especializado que realiza estudios de opinión pública, considera que el 89% de los brasileños son oyentes asiduos de la radio, y la escuchan un promedio de 3 horas y 50 minutos por día. En Brasil existen 904 emisoras AM y FM que cubren el 90% del territorio nacional. De estas, 249 son católicas, el 27% del total. Aproximadamente 49 millones de personas escuchan las emisoras católicas y el IBOPE ha constatado que el número de oyentes se mantiene constante todos los días de la semana en todas las principales plazas del país. El 86% de los oyentes de las radios católicas escuchan una parte de la programación radiofónica por lo menos tres veces por semana.
Resulta entonces comprensible que João Carlos Romanini, presidente de Signis Brasil – ente creado en 2010 que reúne instituciones y profesionales católicos de la comunicación – defienda la elección de la radio como instrumento de evangelización: “La iglesia ha elegido a los pobres y los pobres han elegido la radio” afirma refiriéndose al hecho de que la mayoría de los oyentes pertenecen a niveles humildes de la sociedad. Romanini es un decidido partidario de los contenidos informativos. Una radio no debe dedicarse solo o preferentemente a transmitir misas y música religiosa sino proponer una programación amplia, abierta a los problemas de las personas que viven en contextos sociales y humanos diferentes. “Lo ideal es que la visión cristiana penetre todos los contenidos y durante todo el día. La iglesia debe ser noticia en los informativos, durante el horario noble de la radio, sin reducirla a la sacristía”.
Seguir creciendo. El universo de las radios católicas de Brasil está convencido de que hay espacio suficiente para seguir creciendo más, en oyentes y en credibilidad. Para el padre César Moreira, ex director de la popularísima Radio Aparecida, la programación de una radio católica debe integrar en sus contenidos la vida de la comunidad donde se encuentra. “La programación de los contenidos religiosos también debe alcanzar un nivel de calidad en todos los géneros y formatos. Es la única manera de superar el tabú de que la religión “no vende”. Si así fuera, querría decir que no lo estamos haciendo bien, de una manera creativa y dinámica”.
Las radios católicas de Brasil sienten la exigencia de reinventarse constantemente y apropiarse de las nuevas tecnologías. “La radio nunca dejará de existir, pero necesitamos tratar este tema en relación con un mundo donde la demanda de participación es cada vez más fuerte”, observa Ângela Morais. En este sentido, la búsqueda de una mayor regionalización no contradice sino que refuerza el propósito de integrar cada vez más contenidos al lenguaje radiofónico. “Nuestro público más fiel nos estimula a buscar respuestas que nos acerquen a la vida de las personas, a definir mejor nuestros programas a fin de captar el interés de un número cada vez mayor de oyentes”, afirma la presidente de la Red.
El propósito de los organizadores es que este sea el primero de una serie de congresos destinados a clarificar progresivamente el camino de la radiofonía católica de Brasil, dotándola de medios adecuados a los tiempos y aumentando la cooperación entre las radios existentes.