La peregrinación con la imagen más famosa de América comenzó el 12 de diciembre de 1992 en la basílica argentina de Luján, a sesenta kilómetros de Buenos Aires, y en realidad 25 años después todavía no ha terminado de hacer “estaciones” de un país a otro por América Latina. Hablamos de la Virgen de Guadalupe, la Morenita del Tepeyac como la llaman los mexicanos. Habrá que ver si la dejan cruzar la frontera mexicana y entrar a los Estados Unidos para visitar las comunidades hispanas. En el fondo, como acostumbra recordar su famoso admirador, ella también es una emigrante.
Fue el mismo Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires – reveló el sacerdote argentino Raúl Edoardo Gabrielli, quien temporalmente se encuentra en la capital mexicana – quien dio comienzo a la larga peregrinación de la Virgen de Guadalupe por los caminos de América Latina, sembrando a lo largo de su recorrido copias de la imagen de la Morenita del Tepeyac.
El padre Gabrielli concelebró la misa en la Basílica junto con el Arzobispo de Ciudad de México Norberto Rivera Carrera. “Este año queremos preparar el jubileo de estas peregrinaciones con visitas de la Virgen de Guadalupe a nuevas comunidades” afirmó el sacerdote argentino al portal SIAME de la arquidiócesis de Ciudad de México, que dedicó un artículo a la iniciativa que se originó en el sur del continente