Invitado por Marco Burini, conductor del programa “El diario del Papa Francisco” de Tv2000, mons. Claudio Maria Celli, enviado del Papa para acompañar en Venezuela el diálogo entre el gobierno y la oposición, puso de relieve que la situación sigue siendo difícil porque el país afronta emergencias graves. El prelado reconoció que pese a los progresos, “Venezuela tiene que resolver cuestiones decisivas. Es un pueblo valiente que a pesar de los problemas conserva la esperanza. La cuestión es siempre la misma para todos: ¿cuál es el país que la generación actual quiere dejarle a sus hijos? Cuatro ex presidentes y yo mismo como Enviado del Papa desempeñamos un rol de acompañamiento para que las partes asuman el protagonismo de este diálogo. En ambas partes hay muchos que no tienen confianza, pero todos deben comprender que no hay otro camino. El diálogo es la única vía. No hay otra salida”. Mons. Celli considera que se requiere un gran compromiso de todos; un compromiso que involucra la responsabilidad de todos. “Esta responsabilidad se expresa también en el respeto por la seriedad de los compromisos asumidos en los coloquios. El diálogo no es solo conversar. Aquí se habla para encontrar soluciones para problemas urgentes que afectan a un pueblo que está sufriendo desde hace mucho tiempo”.
En relación con la famosa expresión del Papa “tercera guerra mundial en pedazos”, mons. Celli reflexionó sobre los muchos intereses que están en juego en el plano internacional y que determinan diversas y numerosas situaciones de conflicto, y agregó: “pienso sobre todo en Venezuela y digo que si en este país fracasa el diálogo, la única salida que queda es la violencia y eso es inadmisible. Por lo tanto, el esfuerzo que todos debemos hacer es apoyar con seriedad el diálogo necesario y el encuentro urgente. La violencia lleva a más violencia y en el escenario latinoamericano eso podría ser muy peligroso”. Mons. Celli calificó como algo muy positivo la reciente liberación de algunos presos de la oposición y observó: es un gesto que demuestra que el diálogo es eficaz.
Cuando le preguntaron sobre la relación Iglesia-diplomacia, mons. Celli respondió: “si la diplomacia es bien común, paz, respeto de la dignidad humana, obviamente todo esto tiene que ver con la Iglesia; es más, estas ideas y valores son parte de la misión de la Iglesia. A veces usamos la palabra “diplomacia” para indicar lo que en cambio debería ser el lenguaje y el comportamiento de todos. Por eso hay que tener muy claro el significado de la palabra diplomacia”. El prelado concluyó recordando la necesidad de dialogar siempre, contra toda esperanza, porque – reiteró – no existe otra alternativa.
Entre tanto, en Venezuela se espera la llegada de mons. Claudio Maria Celli. Después de los dos primeros encuentros entre las partes, en octubre y noviembre, y el fracaso del coloquio previsto para diciembre, el gobierno y la oposición acordaron encontrarse el próximo 13 de enero, o por lo menos eso fue lo que aseguraron tanto el presidente Nicolás Maduro como la Mesa de Unidad Democrática (MUD) a la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), que encabeza la mediación y al enviado del Papa, mons. Celli, que es uno de los “acompañantes” de estos diálogos.