Una escena amable y engañosa. Algunos adolescentes mexicanos nadan hacia el centro de una plácida laguna, la laguna de Axochiapan en este caso, en el estado de Morelos. Se sumergen y arrancan del fondo barroso las raíces de los lirios acuáticos. Vuelven a la orilla y entregan las flores al que se encarga de venderlas a los turistas. Una forma de ganarse la vida, una de las tantas que involucran a 2 millones y medio de niños del país azteca, según cifras coincidentes de la Fundación para la Infancia de las Naciones Unidas y la Secretaría de Trabajo de México.
Precisamente México resulta ser, en los estudios realizados, el país latinoamericano con mayor número de personas en situación de esclavitud. Se trata de un concepto muy amplio, que incluye el trabajo infantil en situación de riesgo, la mendicidad forzada, el tráfico de órganos y la trata de personas propiamente dicha.
Volvió a plantearlo recientemente la investigadora Carmen Gabriela Ruiz Serrano de la Universidad Nacional Autónoma de México, citando estadísticas de las Naciones Unidas que califican como ciudades “de alta incidencia” a Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Cancún, Tapachula, Acapulco, Tlaxcala, Puerto Vallarta, Los Cabos, Veracruz, Oaxaca y Ciudad de México. La especialista comentó que en el país se han identificado 951 víctimas de trata de personas en sentido estricto entre 2009 y 2015, de lo cual se puede deducir también el número aproximado de situaciones reales no descubiertas, que llegaría a los 300.000 casos.
¿Por qué hay gente que esclaviza a sus semejantes? se pregunta la doctora Ruiz Serrano en una conferencia donde se difundieron los datos que acabamos de ofrecer. La respuesta explica los cuatro factores que necesariamente coinciden para que haya crimen de trata: la reducción de la persona a mercancía; la existencia de un mercado que demanda esa mercancía humana; la baja inversión que requiere la actividad; el considerable beneficio monetario que garantiza.
La investigadora hizo también referencia a un estudio del Departamento de Estado de Estados Unidos que asigna a México el primer lugar en la exportación a ese país de personas explotadas por bandas organizadas de traficantes. El negocio ocupa el tercer lugar en el rating de las actividades con mayor rendimiento a nivel internacional.