¿Puede haber una “Alta moda de Estado” de buena calidad, en condiciones de competir con las creaciones de otros países de América Latina más desarrollados? En la Cuba que está cambiando hay quienes tratan de conjugar fashion y revolución. Es el caso de Yohosory Cardo, 42 años, que a pesar de su nombre es una cubana doc. Su nueva casa de moda se ha instalado en pleno centro histórico de La Habana y promete expandirse.
Yohosory Cardo se define a sí misma como una diseñadora independiente que presta servicios en una empresa del Estado, THABA, donde es jefa del sector de diseño de la Unidad Empresarial de talabartería Manatí. Yohosory Cardo utiliza para sus creaciones materiales textiles, sintéticos y cueros naturales. “Siempre tuve esta pasión”, dice en el sitio de Inter Press Service de Cuba, donde se cuentan sus comienzos. “Ahora he decidido empezar un proyecto personal con una línea de trabajo que recupere los bordados de América Central, sobre todo de México, Guatemala y Nicaragua”. Yohosory Cardo también se propone “explorar la cultura artesanal africana y toda la riqueza visual que puede aportar a mis creaciones”.
Por ahora declara con prudencia que todavía se encuentra en una etapa experimental: “Observo qué tiene más aceptación”. Pero el sueño de Yohosory Cardo es lanzar su propia marca, afirma sin timidez, a poca distancia de un emporio que vende productos con mucha más experiencia de origen italiano y francés.