¿MATE CANCERÍGENO? Uruguay no lo acepta y pasa al contraataque. “Que la OMS revise sus criterios de clasificación”.

El Papa recibe un mate de manos de la presidente argentina, Cristina Fernández
El Papa recibe un mate de manos de la presidente argentina, Cristina Fernández

Que nadie toque el mate. La reacción de Uruguay –primer consumidor per cápita del mundo- fue repentina. A través del “Grupo interdisciplinario de la Yerba Mate y la Salud” de la Universidad de la República (UDELAR) ya se movilizó para pedir que la Organización Mundial de la Salud (OMS) revise la clasificación de 1991 que incluye la infusión entre las bebidas “potencialmente cancerígenas”. “No existe ninguna prueba que demuestre que el consumo de mate produce cáncer”, tronó Nelson Brasesco, investigador de biofísica y director del Congreso Sudamericano de Yerba Mate.

La cuestión volvió a ser tema de debate debido a un recente artículo y el experto considera –lo mismo que muchos- que ha provocado una profunda irritación. Por esa razón se decidió elaborar un documento para pedir formalmente la revisión la desafortunada sentencia. Brasesco afirma que la única prueba existente es que el agua demasiado caliente “a la larga podría provocar un tumor” y destaca que esto debería ser válido para cualquier bebida que se consuma a elevadas temperaturas. “El mate se bebe a una temperatura entre 70 y 80 grados, que va descendiendo progresivamente, y es menos peligroso que el café o el té”, explica.

Uruguay es el primer consumidor de mate per cápita, seguido por Argentina, el primer productor, donde es la bebida más popular y fue declarado “infusión nacional” por ley. El informe de la OMS provocó también fuertes reacciones en el país del Papa, otro famoso consumidor de la bebida. Se calcula que los argentinos beben cerca de 100 litros de mate por cabeza al año, tres veces más que vino y cerveza. Pero los uruguayos duplican esa cifra.

La bebida también es popular, aunque en menor medida, en Paraguay, parte de Brasil, Bolivia, Chile e incluso Líbano y Siria. Este último país es el primer importador del mundo.

El rito del mate no tiene nada que envidiarle al famoso “asado” sudamericano. En Sudamérica el mate se bebe habitualmente en grupo y lo consumen todas las clases sociales. La infusión se prepara dentro de un recipiente tradicional hecho con una calabaza seca (“mati” en lengua quechua) que se llena con yerba, luego se vierte agua caliente y se bebe por medio de una bombilla de metal.

Tomar mate es sobre todo un hecho cultural, un rito. Hace falta mucho más que una declaración de la OMS para que los habitantes de estas latitudes dejen de hacerlo.

Torna alla Home Page