“Para mí el paraíso es [...] un arroyo con truchas en el exterior en el que nadie más pudiese pescar, y dos hermosas casas en la ciudad”. Así hablaba Ernest Hemingway de una de sus grandes pasiones, la pesca, en una famosa carta de 1925 dirigida a su amigo y colega Francis Scott Fitzgerald. A 90 años de distancia, John e Patrick Hemingway, nietos del escritor estadounidense, parecen haber heredado la misma pasión que su abuelo. El New Herald informa, en efecto, que ambos se encuentran en La Habana desde el viernes pasado para participar en el Torneo di Pesca del Marlin que comenzó precisamente Hemingway en 1950 y que hasta la actualidad es el evento de pesca deportiva más importante de la isla.
Pero la presencia en Cuba de los nietos de Hemingway va más alla de un simple dato pintoresco: es otro de los pequeños signos que indican la nueva fase de deshielo en las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. “Es increíble y especial, no esperaba la decisión del presidente Obama de cambiar toda la diplomacia de los EUA con respecto a Cuba”, declaró John a EFE, en su segunda visita a la capital cubana. “El 17 de diciembre para mí fue un día de gran felicidad y grandísima sorpresa”, afirmó.
John explicó que él y su hermano tuvieron que solicitar un permiso especial al Departamento del Tesoro para realizar esta visita, debido a las restricciones aún vigentes para los viajes de los estadounidenses. Pero, aclaró, fue un procedimiento “mucho más fácil desde el anuncio del presidente Obama”.
“Ahora es mucho más fácil para los americanos venir aquí. Hemos venido para mostrarles a nuestros compatriotas que las cosas están cambiando, que muy pronto será aún más fácil viajar y disfrutar de la isla, la cultura y la gente”, dijo.
John e Patrick, ambos herederos del hijo menor de Hemingway, fueron recibidos en el Club Náutico Internacional “Hemingway” de La Habana, uno de los lugares que recuerda el paso del Nobel por la isla. El mismo presidente del Club, José Miguel Díaz Escrich, aportó otro dato que habla del clima de deshielo: para participar en esta edición del torneo (entre el 25 y el 30 de mayo) hubo 10 embarcaciones estadounidenses que obtuvieron la licencia.
El espíritu del escritor está vivo en la isla, donde transcurrió largos períodos hasta 1960 y donde ambientó algunos de sus relatos más famosos, sobre todo “El viejo y el mar”. Hemingway fue casi un embajador, si no algo más. Tan es así que por una simbólica coincidencia Cuba y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas en 1961, el mismo año de su muerte.