María Elena Bergoglio declina amablemente las preguntas sobre la nueva empresa, pero del otro lado del Río de la Plata, en Montevideo, Uruguay, José Bergoglio sale satisfecho de la residencia presidencial Suarez y Reyes, en el barrio del Prado. Ha ido a visitar al presidente José “Pepe” Mujica para ponerlo al tanto sobre el restaurante que abrirá en los próximos días. José tiene 28 años y es el menor de los dos hijos de la única hermana viva del Papa. El otro hijo, Jorge –arquitecto de 37 años-, será el gerente.
La noticia es segura, la prensa uruguaya habla de ella y los vecinos del barrio de Sayago lo confirman abiertamente. El sobrino de Bergoglio, con la ayuda de la familia y el beneplácito de las autoridades de la ciudad, está terminando los últimos detalles administrativos para abrir un restaurante en el corazón del pequeño país sudamericano.
La ubicación fue elegida con acertado criterio comercial; el local está situado en la calle Milán, cerca de los Molinos Raffo, frente al sanatorio de Casa de Galicia, una clínica elegante donde hay un permanente ir y venir de gente, y al lado de la Seccional Octava de Policía. La inauguración –comentan- podría llevarse a cabo a fines de setiembre o primeros días de octubre. El nombre también ha sido objeto de curiosidad, pero nadie se aventura a hacer suposiciones; la cocina en cambio será made in Italy: pastas piamontesas y platos típicos de la región de Asti, oportunamente adaptados.
Los vecinos también apuestan entusiasmados a un futuro uruguayo para la hermana del Papa Francisco porque, según parece, el clima de Buenos Aires no le hace bien a la salud.