Ha pasado un año desde que apareció la edición italiana de “JORGE MARIO BERGOGLIO. Una biografía intelectual. Dialéctica y mística” escrita por el filósofo italiano Massimo Borghesi, un año que el autor ha viajado por toda Italia para presentar el pensamiento del Papa, pese a todo muy poco conocido. En efecto «mucha gente se ha sorprendido al escuchar que se habla de la formación “europea” de Bergoglio, de la riqueza intelectual de Methol Ferré o Amelia Podetti… En Italia no se sabe nada sobre la cultura argentina» comenta Borghesi, intentando un balance. «Además la idea de un pensamiento polar-dialéctico ha descolocado y despertado curiosidad. También asombró mucho que detrás de la “sencillez” del Papa hubiera un pensamiento tan rico y original». Entre tanto, el libro también ha recorrido su propio camino, y ha sido publicado en portugués, inglés y polaco, y se están preparando ediciones en croata y francés.
Ahora llega la edición en español, dirigida al continente que dió el Papa actual…
Si. Debo decir que estoy especialmente contento por esta edición de Encuentro*. Así el libro se podrá leer en España y en América Latina. En Argentina sobre todo, la patria de Bergoglio. Será particularmente interesante leer las reacciones del mundo argentino, de los que conocieron personalmente al futuro Papa. Y estoy convencido de que también para ellos será una sorpresa leer sobre la compleja formación intelectual de Bergoglio. Acostumbrados a la sencillez del cardenal de Buenos Aires, a su reserva, a su orientación eminentemente pastoral, ahora podrán descubrir la profundidad mística y de pensamiento de la que nace el testimonio del Pontífice.
Este año, hablamos de 2018, el libro en italiano se presentó en numerosos encuentros, en diferentes ciudades de Italia, tuvo reseñas y comentarios en diarios y revistas y también se discutió críticamente. ¿Has descubierto o profundizado algo más en estas oportunidades, algo que incorportarías a una eventual segunda edición?
La experiencia de los encuentros y presentaciones fue muy interesante. Pude verificar directamente que en muchos casos los prejuicios con respecto al Papa se debían a una falta de conocimiento del Pontífice latinoamericano. En Europa y en Occidente existen muchos prejuicios derivados de su proveniencia: un populista, un peronista, etc. Desde el punto de vista del libro, yo no agregaría mucho. La parte que merecería algunas páginas más es la que se refiere a la personalidad intelectual de Miguel Ángel Fiorito, el profesor de filosofía del joven Bergolgio. Es una figura absolutamente relevante que tuvo una gran influencia en su discípulo.
¿Podrías resumir las principales críticas que se le han hecho a tu libro, que son también críticas al Papa?
En realidad no hubo críticas relevantes. Hasta los críticos más radicales de Francisco, como Sandro Magister en Italia, debieron tomar nota de que el libro constituye un estudio serio donde se pone de manifiesto, por primera vez, el espesor intelectual de Bergoglio. Nadie refutó el planteamiento general del libro: la idea de un pensamiento de la polaridad como fundamento del pensamiento “católico” de Bergoglio. La única crítica en general fue la del teólogo Andrea Galli, quien objetó que mi libro habría dado relieve a la formación “filosófica” de Bergoglio, dejando en la sombra su teología “profética”. En realidad temo que a Galli no le gustó que yo haya sacado a la luz las auténticas fuentes teológicas de Bergoglio: De Lubac, von Balthasar, Guardini y, naturalmente la “Teología del pueblo” de la escuela del Río de la Plata. Es un filón de la teología del Concilio, abierto y dinámico, pero que el teólogo Galli considera demasiado “moderado”.
Quizás también fue una sorpresa para los críticos menos prevenidos …
No solo para ellos. Los defensores de Francisco tampoco sospechaban el background de Francisco. Después de mi libro ya no resulta posible acusar al Papa de falta de preparación, de formación teológico-filosófica inadecuada, etc. La crítica tuvo que trasladarse a otros frentes.
Tal como sabemos y has puesto en evidencia en tu trabajo, uno de los referentes latinoamericanos de Bergoglio es el filósofo uruguayo Methol Ferré, de cuya desaparición se cumplen nueve años en noviembre. Tú lo conociste, conoces su pensamiento… ¿Imaginas cómo vería este momento histórico de la Iglesia, con un latinoamericano en el trono de Pedro?
Bueno, tú puedes imaginar, habiéndolo entrevistado para el libro El Papa y el Filósofo**, la idea que podría haber tenido de la Iglesia actual. Cuando fue elegido Benedicto XVI, en 2005, él pensaba que todavía era prematura la elección de un papa latinoamericano. Podemos estar seguros de que si Methol estuviera vivo hubiera sido el primer defensor de Francisco, hubiera interpretado y presentado de manera magistral la geopolítica eclesial en tiempos de Francisco, los conflictos con la Iglesia norteamericana, con la polaca, etc. Su pluma nos falta. Conociendo perfectamente a Bergoglio, hubiera interpretado desde dentro sus sueños y aspiraciones, su idea de una reforma evangélica de la Iglesia, su oposición al clericalismo como enfermedad de una Iglesia autorreferencial como la de los últimos 30 años.
La cuestión de la pedofilia ha tenido una aceleración dramática en los últimos tiempos. Vemos con desaliento que los límites se agrandan, que adquieren una extensión insospechada. ¿En tu investigación has encontrado rastros, indicios de la actitud de Bergolio sobre temas de naturaleza digamos sexual, en relación con el clero y los religiosos, y sobre la pedofilia en particular?
No, cuando terminé el libro, en marzo de 2017, la cuestión de la pedofilia parecía estar bajo control y las medidas disciplinarias ser adecuadas. Después se vió que el problema era mucho más trágico de lo que se podía imaginar, al punto que la Iglesia norteamericana, que despertó de un largo sueño de 40 años, no encontró nada mejor que atribuir al Pontífice la culpa de la falta de vigilancia.
¿De qué cultura nace un ataque contra el Papa como el de Viganò y sus aliados, conocidos y ocultos?
Es una versión conservadora y militante del catolicismo que se ha ido imponiendo gradualmente desde 1989 y la caída del comunismo. Con el fin del marxismo, muchos, en la Iglesia, soñaban con un regreso a la fe, tanto al Este como al Oeste. Eso no ocurrió. Por el contrario, la era de la globalización coincidió con una acentuación de la secularización, del relativismo, del libertinismo. De allí la “reacción ética” del catolicismo, que se encerró en sí mismo frente a un mundo hostil. Hacia afuera era válido luchar por algunos valores negados (aborto, eutanasia) por la sociedad secularizada. Esta perspectiva choca hoy con el enfoque misionero que auspicia el Papa en la Evangelii gaudium. El frente conservador, aliado con los poderes económicos y políticos actualmente dominantes, no quiere al Papa, y trata por todos los medios de deslegitimarlo. El operativo Viganò forma parte de ese contexto.
El cardenal emérito Angelo Scola, ex arzobispo de Milán y segundo purpurado con más votos en el cónclave que eligió a Bergoglio, precisamente durante la presentación de tu libro en Milán dijo que «Para nosotros, europeos, la elección del Papa Francisco fue como un puñetazo en el estómago, una señal de alarma», y en su autobiografía recientemente publicada, el cardenal Scola repitió que «la aparición de un Papa como Francisco fue un saludable puñetazo en el estómago que nos propinó el Espíritu Santo para despertarnos”. En tu opinión, ¿a qué punto estamos de este despertar?
La afirmación del cardenal Scola, presentado en el Cónclave como el otro candidato al pontificado, es particularmente significativa. Revela, con mucha honestidad, que aún aquellos que al principio tuvieron que hacer un gran esfuerzo para descifrar la personalidad del nuevo Pontífice, después se dejaron interrogar por su testimonio y lo que él ha hecho. Esto es auténtico discipulado eclesial. No es casualidad que quienes se oponen a Francisco no critiquen nunca la posición del cardenal Scola. Scola no es un coservador, pero tampoco es un progresista. Además, está “jubilado”, como se suele decir. No tiene ningún interés personal en defender al Papa. Si hoy lo apoya, aunque proviene de una sensibilidad distinta, eso sin duda tiene mucho valor. Los conservadores deberían plantearse, cada tanto, algunas preguntas. Pero lamentablemente eso no corresponde a su manera de pensar.
Has dicho que «la Iglesia estadounidense está en contra del Papa Francisco». ¿En qué fundas una afirmación tan perentoria?
En las razones que ya hemos planteado. La postura de un catolicismo conservador, militante, totalmente centrado en dos o tres valores morales, ocupa casi por completo el escenario de la Iglesia estadounidense. Esto se ha visto favorecido por la orientación secularizante y relativista del Partido Demócrata, que tradicionalmente, por su sensibilidad social, era el punto de referencia de los católicos norteamericanos. A la Iglesia estadounidense realmente le cuesta mucho comprender la postura de Francisco. Lo considera un sudamericano, dependiente de la Teología de la Liberación filomarxista, un progresista social, un relativista ético. Hay una profunda ignorancia de su pensamiento. Por eso espero que la edición inglesa de mi libro, The Mind of Pope Francis, que acaba de ser publicada por Liturgical Press, pueda contribuir, por lo menos en una mínima parte, para aportar mayor claridad. A la incomprensión cultural se suma el escándalo de la pedofilia y los abusos sexuales del clero, un escándalo que las máximas autoridades de la Iglesia estadounidense tienden, de manera increíble, a atribuir al Papa, culpable de no haber intervenido de manera apropiada, con la debida firmeza.
¿Y la Iglesia latinoamericana lo apoya, lo sigue, hasta donde tú alcanzas a ver?
La Iglesia latinoamericana es, en parte, totalmente solidaria con Francisco. Pero otra parte está en contra. Amplios sectores del episcopado tienen la misma mentalidad clerical y conservadora que el norteamericano. Como ocurre con el episcopado chileno. De todos modos, más allá de las resistencias, el núcleo más importante está formado por los que apoyan la obra renovadora de Francisco. ¿Comprenden lo que significa la elección de un Papa latinoamericano en el trono de Pedro? No es un evento accidental. Indica un kairós. La Iglesia de América Latina entra con pleno derecho en la Iglesia universal, constituye un paradigma. Si usáramos el lenguaje de Methol Ferré, diríamos que pasa de ser “Iglesia reflejo” a ser “Iglesia fuente”. Es un acontecimiento de gran importancia. Francisco está proponiendo, empezando por Roma, un modelo de Iglesia que ha vivido y experimentado en su Argentina. Lo está proponiendo a la Iglesia universal.
Sabemos que el Papa ha colaborado personalmente para orientar tu investigación en determinada dirección y hacia ciertos autores. ¿Leyó también tu libro terminado? ¿Tienes indicios de que haya seguido el libro después que fue publicado?
Sé que el Papa ha visto y apreciado mucho el libro. Si lo leyó por entero, naturalmente no puedo saberlo. Sí sé que lo aconsejó a sus más estrechos colaboradores, y eso, sin duda, es señal de que lo valora.
¿Qué expectativas tienes para la edición en lengua española de “Jorge Mario Bergoglio. Una biografía intelectual”?
Que tenga una amplia difusión, en América Latina sobre todo. Que el libro pueda ayudar a todos los que, sin ser hostiles por razones ideológicas contra el Papa, tienen de todos modos dificultad para comprenderlo. Francisco está dando un gran testimonio de Cristo en la hora actual. Un testimonio evangélico. Es trágico que una parte del pueblo cristiano, anclado en pseudoconvicciones convertidas en dogmas, no lo comprenda. Ciertas cuestiones que él subraya y que en Occidente pueden resultar poco claras, se deben comprender a partir de una perspectiva general. Cada Papa tiene su estilo propio, su manera de interpelar a la Iglesia en la hora actual del mundo. No es marginal comprender las “razones” de ese estilo.
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*Massimo Borghesi, “Jorge Mario Bergoglio. Una biografía intelectual. Dialéctica y mística”, Ediciones Encuentro, Madrid 2018
** Alberto Methol Ferré-Alver Metalli, El Papa y el Filósofo, Editorial Biblos, Buenos Aires, 2013
Traducción del italiano de Inés Gímenez Pecci
La cubierta de las cinco ediciones, con la española en el centro