El problema no se encamina precisamente hacia una normalización, muy al contrario. La detención de niños migrantes ha alcanzado índices jamás vistos, afirma The New York Times. Y evidentemente es así. Considerando las cifras que ofrece el diario estadounidense, se observa que de 2.400 menores arrestados en el mes de mayo de 2017, el número subió a 12.800 en agosto de este año.
El considerable aumento no deja de tener consecuencias y está poniendo a prueba la capacidad de los refugios para menores instalados a lo largo de la frontera con México. En este momento los refugios están funcionando al 90 por ciento de su capacidad, mientras en mayo de 2017 operaban al 30 por ciento. Muchos menores cruzaron la frontera sin sus padres y fueron distribuidos en más de 100 refugios ubicados sobre todo en el sudoeste de Estados Unidos.
El diario newyorkino refiere los resultados de un estudio del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos que sugiere que el aumento de la presión en los refugios para menores no se debe tanto al mayor número de niños que pasan la frontera sino a una reducción del número de niños que recuperan la libertad después de haber sido interceptados y detenidos por las autoridades migratorias.
Los datos reunidos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos y enviados al Congreso de Estados Unidos demuestran que a pesar de los esfuerzos de la administración del presidente Donald Trump para desalentar la migración de centroamericanos, no ha variado el flujo de menores que cruzan la frontera; la única diferencia – muestra el informe – es que ahora menos familiares y responsables de los menores acuden para hacerse cargo de ellos por miedo a la estricta aplicación de las leyes migratorias, derivada de la política de tolerancia cero dispuesta por Trump.
Otra alarma proviene de la Unión para las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU), que advirtió en un informe publicado este miércoles que el muro que la administración de Trump pretende construir en la frontera con México aumentará la cifra de muertes de indocumentados, pero no reducirá el flujo migratorio. En el informe titulado “Muerte, daño, fracaso: Impactos pasados y futuros de los muros en la frontera México-Estados Unidos”, la ACLU destacó que la construcción de más bardas fronterizas sería un tremendo derroche de dólares provenientes de los impuestos, agravaría el daño a las comunidades vecinas y al medio ambiente, y aumentaría la tasa anual de muertes de migrantes.