El arte y la genialidad atraen en todas las latitudes, y la muestra que se inauguró el 19 de julio en el Museo del antiguo colegio San Ildefonso, en Ciudad de México, es buena prueba de ello. El importante e inédito evento conmemora el aniversario de las relaciones diplomáticas entre México y el Estado del Vaticano, que este año alcanza el cuarto de siglo. La gran exposición, titulada “Vaticano: de San Pedro a Francisco” ya superó, en poco más de un mes, los cien mil visitantes.
La muestra presenta más de 180 piezas, entre objetos, pinturas y esculturas pertenecientes a diversas colecciones artísticas, incluyendo los Museos Vaticanos, la Biblioteca Apostólica, la Sacristía Pontificia, el Museo del Tesoro de San Juan de Letrán y la Fábrica de San Pedro.
Cabe destacar que es la primera vez que se presenta al público mexicano un conjunto de objetos y obras de arte de este nivel en una muestra única que abarca la historia de la presencia milenaria de los apóstoles y del culto que hasta la actualidad se les profesa. Para alcanzar ese resultado, los organizadores trabajaron cuatro años diseñando un recorrido en base a diversos ejes temáticos como: “Los fundamentos de la Iglesia: la sangre de los mártires”, “Una Iglesia milenaria: del siglo IV al XV”, “La Iglesia contemporánea” y otros. La crítica mexicana coincide en que constituye una muestra imperdible, que ilustra el recorrido histórico de una específica comunidad de personas cuyo origen y razón de ser a lo largo de los siglos ha sido el reconocimiento de Cristo.
“Vaticano: de San Pedro a Francisco” incluye objetos provenientes de las catacumbas de Roma de gran valor histórico, como el “Relicario del brazo de santa Elena”, un fragmento de la túnica de san Francisco y el manto de santa Cecilia, junto con obras pictóricas de Rafael, Tiziano, Guercino, Guido Reni y Bernini, entre otros.