Cuarenta y cinco años después la Justicia llega a la cita con la historia y condena a los asesinos de Víctor Jara. El martes 3 de junio un tribunal de Chile condenó a nueve ex miembros del ejército por el homicidio del cantautor y del entonces director de cárceles, Littré Quiroga, dos crímenes perpetrados en septiembre de 1973, al comienzo de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). El fallo del juez Miguel Vázquez imputa por la ejecución del crimen a ocho militares, identificados como Hugo Sánchez, Raúl Jofré, Edwin Dimteri, Nelson Haase, Ernesto Bethke, Juan Jara, Hernán Chacón y Patricio Vásquez, y los condena a 15 años y un día de cárcel. La sentencia dispone además que el Estado pague a su vez un resarcimiento de 1.370 millones de pesos (aproximadamente 2,1 millones de dólares) a las familias de las víctimas.
Las investigaciones ordenadas por el magistrado establecieron que ambos, el artista y el director de la cárcel, fueron detenidos entre el 11 y el 12 de septiembre de 1973. Los testimonios que reunió la Fundación Jara reconstruyeron los últimos días de vida del músico. El día del golpe de estado de Pinochet, el 11 de septiembre, Víctor Jara caminaba por los corredores de la Universidad Técnica del Estado donde dictaba clases de música. Había llegado temprano, afirman los amigos sobrevivientes. Los tanques rodearon la Universidad, los soldados irrumpieron en el interior y Víctor Jara fue detenido y llevado al estadio Chile junto con otras 600 personas: estudiantes, profesores y empleados. El 15 de septiembre todos los detenidos fueron nuevamente trasladados, menos Jara y Quiroga, que permanecieron en el lugar y fueron asesinados.
A Jara los militares le quebraron los dedos con la culata de los fusiles y luego lo ultimaron con 44 disparos de armas de fuego. Inmediatamente después, los cuerpos de Jara y Quiroga fueron retirados del estadio junto con los de otras personas de identidad desconocida, también asesinados. Todos fueron encontrados el 16 de septiembre por vecinos de los alrededores del Cementerio Metropolitano, en la Capital chilena, en un terreno abandonado cerca de las vías del ferrocarril.
Durante la dictadura de Pinochet, cerca de 3.200 chilenos murieron en manos de agentes del Estado, de los cuales 1.192 todavía figuran como desaparecidos, y otros 33.000 fueron encarcelados y torturados.
La ex presidente chilena Michelle Bachelet comentó con satisfacción las sentencias contra los nueve ex militares. En su cuenta de Twitter escribió que con estas condenas “Víctor Jara canta con más fuerza que nunca y Chile hace justicia con su historia”.