En la zona fronteriza entre Brasil y Venezuela un pueblo amazónico aislado está sufriendo una epidemia de sarampión para el cual tiene muy pocas defensas inmunológicas. Esta epidemia podría tener consecuencias catastróficas y matar a cientos de indígenas si no se adoptan rápidamente medidas de emergencia.
Las comunidades yanomami donde se produjo el brote son unas de las más aisladas de la Amazonía. Sin embargo, la región ha sido invadida por miles de mineros ilegales que probablemente son la fuente de la epidemia. Pese a las reiteradas denuncias, las autoridades no han tomado las medidas necesarias para expulsarlos. En Brasil, por lo menos 23 indígenas enfermos acudieron a un hospital, pero la mayoría de los afectados viven en zonas muy remotas y no pueden acceder a la asistencia médica.
En el territorio venezolano, Survival International solicitó con urgencia a las autoridades del país que proporcionen asistencia médica a estas comunidades remotas. “Cuando los pueblos indígenas sufren enfermedades que nunca han conocido, muchos de ellos mueren y poblaciones enteras pueden ser aniquiladas” afirmó hoy Stephen Corry, Director General de Survival International. “Estos pueblos son los más vulnerables del planeta. La asistencia médica urgente es lo único que evitará su devastación completa”.