EL EX PROFESOR DEL PAPA SOBRE EL ABORTO EN LA ARGENTINA. Scannone: “Soy contrario a la legalización, más aún ahora que la ciencia confirmó aquello que la religión siempre sostuvo”

El teólogo Scannone al reciente simposio de teólogos latinoamericanos en Bogotà, Colombia
El teólogo Scannone al reciente simposio de teólogos latinoamericanos en Bogotà, Colombia

Al jesuita Juan Carlos Scannone, la cercanía a sus 87 años no le han quitado un ápice de la lucidez y sabiduría con las que ejerció el sacerdocio desde 1965, cuando estudiaba teología en Innsbruck (Austria). El padre Scannone transcurrió muchos años en Europa, no sólo en Austria. Hizo la “tercera probación” que se les demanda a los jesuitas en Francia, concluyó sus doctorados en Filosofía y Teología en Alemania, donde dio a la prensa el primero de sus muchos libros. A su regreso a la Argentina en 1967, se instaló en la provincia de Buenos Aires, donde continuó viviendo hasta hoy en el Colegio Máximo San José, en la localidad de San Miguel, histórica casa donde la Compañía de Jesús formaba a sus aspirantes y donde Bergoglio transcurrió sus años de provincial. Scannone es profesor emérito y director del Instituto de Investigaciones Filosóficas en la Facultad de Teología y Filosofía, además de ser redactor de Civiltà Cattolica, la revista top de los jesuitas y participar en eventos teológicos en todo el mundo. Con los sacerdotes Lucio Gera, Rafael Tello, Justino O´Farrell, Fernando Boasso y Gerardo Farrell entre otros; Scannone es uno de los promotores de la llamada Teología Popular Argentina o Teología de la Cultura que tuvo gran influencia en el padre Bergoglio, hoy papa Francisco y es una de las raíces teológicas más importantes para entender su pensamiento y su acción.

Ser una persona de mirada larga no implica que no siga la actualidad de su país y Scannone no tiene vacilaciones en expresar su punto de vista sobre el debate parlamentario en curso en el Congreso argentino acerca de algunos proyectos que postulan la legalización del aborto, de éxito incierto. “Es obvio que soy contrario a su legalización”, declara sin hesitación.”Más aún ante el hecho que  ahora la ciencia corroboró lo que las religiones siempre han dicho y demostró que el ADN de la criatura por nacer es diferente del de sus progenitores, con lo que no se puede decir que abortar sea un derecho ejercido sobre el propio cuerpo ya que se mata al cuerpo de otra persona diferente a la madre que lo lleva en su seno”.

Scannone recuerda que Bergoglio fue su alumno «cuando ingresó en el seminario de la Arquidiócesis de Buenos Aires que en ese tiempo era llevado por la Compañía de Jesús. Yo había ido a enseñar literatura latina y daba clase en el Seminario Menor donde los alumnos estaban separados en tres secciones, dos de los adolescentes más chicos y más grandes y otra de los “latinistas” que eran mayores». Entre estos últimos estaba Bergoglio, “que era un buen alumno, no el mejor pero sí en el grupo de los mejores de ese curso que era muy bueno, uno de los mejores que tuve en mi vida y en el que había muchos talentos aunque después pocos llegaron al sacerdocio”. También evoca haber participado en la primera misa de Bergoglio apenas ordenado, en 1969: “Ahí encontré a una prima mía con su hermana”. Les pregunté qué hacían ahí: “mi prima me contó que había sido maestra de Bergoglio en primer grado. Fíjese que Bergoglio, ya siendo cardenal, la visitó hasta que ella falleció cuando tenía 96 años. Y siendo papa leí en L´Osservatore Romano que en una visita a una escuela pública les contó a los chicos que él había aprendido a amar a su escuela a través de su maestra de primer grado, que era mi prima”.

Scannone considera que en sus primeros cinco años de ejercicio del papado, Bergoglio llevó adelante reformas positivas para la Iglesia, necesarias y probablemente irreversibles: “Con su alegría, su paz, su cercanía a la gente, ha cambiado muchísimo la imagen de la Iglesia, que volvió a ser muy apreciada en diversos lugares del mundo donde se había opacado un poco. Incluso los alemanes, que son mucho más secos, lo aprecian más que a Benedicto que es alemán. También el hecho de haber decidido vivir en Santa Marta y el testimonio de su estilo de vida austero que llevó a que muchos obispos en todo el mundo cambiaran su estilo de vida”.

En cuanto a las reformas estructurales introducidas en el quinquenio sugiere considerar sus documentos principales: las encíclicas Lumen Fidei y Laudato Si y las exhortaciones apostólicas  Evangelii Gaudium, Amoris Laetitia y Gaudete et Exsultate así como la reforma de la curia que continúa con resultados parciales apreciables y va hacia una nueva Constitución global. Subraya también la tendencia hacia una Iglesia más sinodal y recuerda que en griego “odos” es “camino” y “sin” es “con”, así que sínodo es “caminar con”, es decir juntos. En ese sentido considera oportunos los cambios introducidos por Francisco en el funcionamiento del Sínodo: “donde antes hablaban uno tras otro pero no había diálogo, no había respuestas. Al reformar el reglamento se habilitó que uno hable y otro pueda pedir la palabra y responder, limitando el tiempo de exposición. O que el papa esté presente todo el tiempo menos en las audiencias de los miércoles, con lo que recibe en forma directa lo que ahí se dice y no en versiones indirectas de terceros”.

Por ello considera que con Francisco se da un proceso de verdadera democratización de la Iglesia en el que la asamblea de obispos, las conferencias episcopales y el rol de los laicos en la Iglesia pasan a ser más relevantes. Cita el caso de Guzmán Carriquiry, de hecho vicepresidente de la Comisión Pontifica para América Latina, un laico y de la secretaria de la Congregación para los religiosos, una mujer. Se está estudiando la posibilidad del diaconado para las mujeres” observa y se dice que en la próxima reunión del sinodo de la Amazonía se hablará también de los que en latín son llamados viri probati, laicos casados de virtudes experimentadas a los que se autoriza a asumir el sacerdocio”.

En cuanto a las acusaciones sobre las supuestas debilidades teológicas de Francisco, menciona los 11 libritos sobre “La Teología del Papa”, uno los cuales sobre Ética Social lleva su firma. ”El papa no es un teólogo de profesión pero aquí era profesor de Teología Pastoral y de tal manera es un pastor con una sólida formación teológica, sin ser un experto en teología dogmática como lo era Ratzinger (Benedicto XVI). En esos 11 pequeños libros, teólogos de profesión estudian la cristología del Papa, su mariología, el tema bíblico, la teología moral, la cuestión de la creación, etc. Tiene una teología sólida pero en realidad sus detractores no están de acuerdo con las líneas de avanzada que este Papa tiene en la reforma de la Iglesia que implica una vuelta más profunda al Evangelio”.

Conocedor y protagonista de la realidad eclesial latinoamericana, Scannone considera que uno de los temas prioritarios de la Iglesia en el subcontinente “es la pobreza y el escándalo de que en un continente con una mayoría católica haya esa pobreza injusta y estructural, y la brecha entre pobres y ricos es tal que lo hace ser el continente más inequitativo. Cuando el papa en Evangelii Gaudium habla de inequidad, en inglés y alemán tradujeron desigualdad, pero no es lo mismo porque somos desiguales pero inequidad es una desigualdad injusta. La brecha es tremenda y en nuestro país mismo, que antes tenía una clase media de un 40% que hacía como de colchón en el medio y ahora hay muchos que siguen siendo de clase media en lo cultural pero no en lo económico, se han pauperizado. Hay países como Chile que han crecido pero la brecha entre ricos y pobres se hizo inmensa”.

Por último responde a aquellos que acusan al Papa y a los llamados “curas villeros”, sus benjamines, de “ser culturalmente comunistas”: “Si la opción por los pobres es ser comunista habría que tener por tales a los profetas de Israel y al mismo Jesús y sus apóstoles. Tal manera, como el mismo papa dice, no es por comunista sino por cristiano que se hace la opción por los pobres. Porque el comunismo propiciaba la lucha de clases lo que nunca hizo la doctrina social de la Iglesia, que habla de Pueblo, que somos todos, y no de una clase contra otras clases. Aunque en ese Pueblo haya una preferencia por los más necesitados, como lo hacía Jesús por los pobres, los enfermos y los pecadores que quieren convertirse, como la Magdalena, Zaqueo y muchos otros”.

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