Los inmigrantes de América Latina en Estados Unidos hablan prevalentemente su lengua materna, el español, dentro de sus hogares y con sus hijos y familiares. Es lo que se desprende de un estudio del centro de investigaciones y sondeos “Pew Research Center”, un importante think tank estadounidense con sede en Washington, que asigna el elevado índice del 85% a los padres hispanos que hablan español a sus descendientes, aunque la proporción disminuye a medida que se aleja de la primera generación de inmigrantes. Con los padres de segunda generación, el uso habitual del español en familia y con los hijos pasa a un 71 por ciento cuando por lo menos uno de los dos padres ha emigrado de América Latina, y baja al 49% entre padres de tercera generación o más.
La fuerte adhesión a la lengua de origen se deduce también del hecho de que una parte significativa de los padres hispanos (70%) alienta a sus hijos para que usen el español regularmente.
Pasando de los porcentajes a los números, hay 40 millones de personas que hablan español en sus hogares dentro de Estados Unidos, lo que convierte este idioma en el segundo más hablado en América del Norte.