Honesto y creyente. Son los dos requisitos que los brasileños ponen en primer lugar cuando piensan en el futuro presidente de la república que deben votar en las elecciones generales del próximo mes de octubre. El identikit surge del sondeo realizado por el Instituto Brasileiro de Opinião Pública e Estatística (Ibope) por encargo de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y muestra también que el 75% de los brasileños no cree en las “promesas electorales” y el 44 de cada cien son “optimistas” sobre las posibilidades de que el país realice un “cambio para bien”.
En el perfil del candidato ideal que se desprende de la encuesta de la principal agencia de relevamientos del país, la honestidad, en una nación profundamente afectada por los escándalos, es la primera virtud que se requiere (87%), seguida por la capacidad del candidato para transmitir confianza (82%). El futuro presidente debe asimismo “poseer determinación” (78%) y, como decíamos, para el 79% de sus compatriotas también tiene que ser una persona que “cree en Dios”, independientemente de la religión que profesa, además de acreditar un profundo conocimiento de la economía (77% de los interpelados).
La encuesta ha reforzado los resultados de estudios anteriores sobre la incredulidad de la sociedad brasileña respecto de los partidos políticos, que en los últimos años se ha profundizado bajo el peso de continuos y graves escándalos de corrupción. Según Ibope, el Partido de los Trabajadores (PT) sigue siendo el más apreciado por los brasileños aunque es uno de los más involucrados en los casos de corrupción que estallaron en los últimos años, por los cuales precisamente el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva está actualmente acusado en siete procesos y en uno de ellos ya fue condenado a doce años de cárcel.
El relevamiento señala que el 19% de los brasileños siente “simpatía” por el PT, seguido por el Movimiento Democrático Brasileño (MBD) del presidente Michel Temer (7%) y el Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB) con el 6%.
En cuanto a las políticas que debería aplicar el gobierno que resulte elegido, el 92% de los interrogados señaló que el eje más importante es el control riguroso del gasto público. En el terreno social, el 44% de los entrevistados declaró que esperaba que el próximo presidente realice mejoras en salud, educación y seguridad, además de promover medidas que faciliten la inclusión de los sectores que actualmente siguen estando marginados.