“Somos un país que se ha empobrecido de manera generalizada y que sufre un deterioro enorme de la calidad de vida de todos sus habitantes”. Así resumió la socióloga María Gabriela Ponce los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana* (ENCOVI 2017) presentados este 21 de febrero en la sede de la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas. Como integrante del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, Ponce forma parte del equipo de la Universidad Simón Bolívar (USB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la casa de estudios de Montalbán que desde 2015 realiza este proyecto de investigación, cuyos objetivos se centran en recabar información relevante y actual sobre la realidad social del país, identificar los principales problemas que vulneran los derechos esenciales de la población, conocer las disparidades socioeconómicas y determinar la percepción de seguridad pública entre los venezolanos.
La “Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana” 2017 fue practicada sobre una muestra de 6.168 hogares distribuida en toda Venezuela y la información fue levantada entre julio y septiembre. Sus resultados tienen como período de referencia el 30 de agosto de 2017. La agenda del estudio incluyó temas como pobreza, acceso a la salud, educación, empleo, cobertura de las misiones sociales, alimentación y nutrición, entre otros. Entre los principales hallazgos de la investigación se encuentran los siguientes:
Pobreza. La pobreza por ingresos creció 5,2% en un año y pasó de 81,8% en 2016 a 87% en 2017. Eso significa que casi 9 de cada 10 hogares no tienen los recursos para acceder a los bienes mínimos necesarios. Entre 2014 y 2017, el porcentaje de hogares en situación de pobreza creció 38%.
La pobreza es mayor en ciudades pequeñas y caseríos. Según el estudio, 74,5% de la población de estas zonas es pobre, mientras en la Gran Caracas la pobreza alcanza a 34% de la población.
Seis de cada 10 venezolanos (59,6%) dicen ser beneficiarios de alguna misión social, es decir, 13,4 millones de personas. De ese total, 94% recibe atención de los programas de alimentación o “bolsas CLAP”, lo que implica prácticamente la desaparición del resto de las misiones, incluyendo Barrio Adentro, que solo atiende a 1,4% de la población.
Las bolsas de comida llegan a 75% de los hogares. Sin embargo, más de la mitad (53%) las recibe sin periodicidad fija. Esta situación es más marcada en poblados pequeños y caseríos, donde solo 2 de cada 10 hogares la consigue mensualmente.
Alimentación. 9 de cada 10 venezolanos no puede pagar su alimentación diaria. 8 de cada 10 venezolanos declararon haber comido menos por no contar con suficiente alimento en el hogar o por la escasez. Aproximadamente 8,2 millones de venezolanos ingieren dos o menos comidas al día, y las comidas que consumen son de mala calidad, principalmente tubérculos. Las proteínas están desapareciendo de la dieta. 6 de cada 10 venezolanos (64%) han perdido aproximadamente 11 Kg de peso en el último año por hambre.
Seguridad personal. 9 de cada 10 venezolanos considera que la inseguridad personal se agravó durante el año.
Los jóvenes son las principales víctimas de la violencia. 43 hombres y mujeres entre 12 y 29 años mueren cada día en el país. La tasa de homicidios en Venezuela se ubicó en 89 por cada 100 mil habitantes, un incremento de más de 345% versus el año 1998. 22% de la población fue víctima de algún delito, es decir, uno de cada 5 venezolanos. Sin embargo, 65% prefirió no denunciar ante las autoridades por la desconfianza en el trabajo de las instituciones.
Salud. 68% de la población venezolana no tiene seguro de atención de salud, esto representa un incremento de 5% respecto a 2016 y casi de 20% versus 2014. Solo 19% de las mujeres embarazadas en el estrato más pobre se controla desde el primer mes de gestación versus 73,3% que sí lo hace desde el inicio del embarazo en el estrato más rico.
Educación. Entre 2015 y 2017 el acceso a la educación entre la población de 3 a 24 años, en promedio, descendió de 78% a 71%. Esto significa que poco más de 9,3 millones de niños y jóvenes en ese rango de edad asisten a clases. Seis de cada 10 jóvenes entre 18 y 24 años no acceden a la educación superior. Esto implica un aumento de 10% versus el año 2016. Cuatro de cada 10 niños y adolescentes entre 3 y 17 años (38%) dejan de asistir a clases por distintas causas, incluyendo problemas de transporte, apagones o falta de alimentación.
Empleo. La tasa de desempleo abierto se incrementó de 7,4% en 2016 a 9% en 2017. Esto significa que poco más de 220 mil personas se quedaron sin trabajo en el último año. Contando el porcentaje de personas que trabajan durante menos de 15 horas a la semana o ganan menos del salario mínimo aun trabajando las 40 horas semanales de ley, el desempleo en Venezuela alcanza al 15,3% de la población. Casi 4 de cada 10 venezolanos (37,5%) trabajan por cuenta propia. 44% de los trabajadores lo hace sin ningún tipo de contrato o beneficio laboral. Sólo 39% de los trabajadores tiene un empleo fijo. Sólo 38% de los trabajadores está afiliado al Seguro Social, lo que ayuda a inferir que por lo menos 40% de la población podría estar en el sector informal de la economía.