Curas y periodistas en la mira de la violencia. En todo el mundo y en América Latina. Con respecto a los primeros ya se conoce la realidad, y el observatorio mexicano Centro Multimedial con sede en Ciudad de México, el país más mortífero para los sacerdotes, se encarga puntualmente de dar a conocer la situación. Y tal como ocurre desde hace varios años, la región latinoamericana es la más peligrosa para los religiosos, a tal punto que de 15 sacerdotes asesinados en todo el mundo, 8 perdieron la vida en países de América Latina, y de estos, 4 en México. Las noticias sobre los periodistas, por su parte, provienen de la Organización no gubernamental “Reporters sans frontières” que acaba de difundir su acostumbrado informe de fin de año, a pocos días de la muerte del último periodista asesinado, una vez más en México, el lunes pasado en el estado de Veracruz. Se trata de Gumano Pérez, perteneciente a La Voz del Sur.
El documento de “Reporters sans frontières” registra que en 2017 fueron asesinados 65 periodistas en todo el mundo, 18 de los cuales solo en México. La organización internacional, fundada en 1985, hace notar que en México perdieron la vida el mismo número (11), de periodistas que murieron en Siria, el país más letal para los trabajadores de la comunicación, con 12 ajusticiados. “Reporteros sin fronteras” aclara que el 60% de los periodistas muertos eran profesionales de la comunicación. Y aunque este año ha sido el menos mortal para ellos en los últimos 14, los números totales siguen siendo alarmantes. Pero también en este caso la organización hace notar que la disminución no toca a las mujeres comprometidas en la profesión. En efecto, el número de ellas se ha duplicado, pasando de 5 periodistas asesinadas en 2016 a diez en 2017.
El mismo informe refleja además que al 1 de diciembre de este año, 326 periodistas se encontraban entre rejas por haber realizado su trabajo. Como en el caso de los periodistas asesinados, el número de encarcelados es un 6 por ciento inferior al de 2016.
A la tendencia general a la baja se contraponen algunos países que hasta ahora los profesionales de la información no identificaban como “países cárcel” y que en este momento pasaron a ocupar los primeros puestos por el número insólitamente alto de periodistas privados de su libertad. Es el caso de Rusia y de Marruecos. Por otra parte, aproximadamente la mitad de los periodistas detenidos en todo el mundo todavía se concentran en cinco países. China y Turquía siguen siendo, en el último trabajo de la ONG, las cárceles más grandes de todo el mundo para periodistas.
El documento de RSF concluye relevando que actualmente hay 54 periodistas en manos de grupos armados o criminales, organizaciones no gubernamentales como el Estado Islámico o los Houthi de Yemen. Casi tres cuartos de los reporteros secuestrados son locales, que muchas veces trabajan en condiciones precarias y se exponen a grandes riesgos.