¿Qué está haciendo en China la Virgen de Aparecida, la más popular de Brasil, inmersa, como vemos en la foto, en el variopinto paisaje de la iconografía budista? ¿Y cómo llegó hasta allí? Para responder las dos preguntas hay que retroceder un poco hasta el 21 de octubre de este año, cuando un grupo de representantes del Templo Budista de la Orden Fo Guang Shan de San Pablo, junto con correligionarios europeos y latinoamericanos, visitaron el santuario brasileño en ocasión de cumplirse los 300 años de la aparición. En esa oportunidad, la comitiva fue recibida por el rector, el padre João Batista de Almeida quien los acompañó personalmente en una visita guiada del Santuario.
Algunos días después, el 28, se reanudó el encuentro, pero esta vez en la casa budista, el Monasterio Fo Guang Shan de San Pablo. El encuentro culminó con la firma de un documento donde católicos y budistas se comprometieron “al respeto, la tolerancia y la protección de la paz del mundo”.
Y así llegamos a la nueva cita, esta vez en Taiwán, promovida por la Asociación de Religiones Chinas Tradicionales, el Monasterio Budista y el Museo de Buda de la gran metrópolis asiática. Es un importante encuentro, denominado “When Buddha Meets the Gods 2017”, que se lleva a cabo anualmente y reúne numerosas representaciones religiosas con los mismos objetivos que el primer contacto en Brasil.
“Es algo completamente nuevo en mi vida; nunca había participado en una celebración donde diferentes religiones se expresan todas juntas” comenta el padre João Batista, rector de Aparecida, quien luego hace referencia al antecedente en el templo Zu Lai de la ciudad de Cotia, en San Pablo. “Es algo que genera muchas expectativas, sobre la manera de estar al lado de personas que profesan otros credos y otra disciplina”. Para el padre João Batista “la aparición de la Virgen de Aparecida tenía el mismo propósito: unir a las personas, al esclavo de aquella época, el caboclo, el minero de ese tiempo, el buscador de oro, y también la familia real. En este sentido realmente se puede decir que la Virgen de Aparecida ha venido para unir a todos los pueblos”.
Las estimaciones sobre el “When Buddha Meets the Gods” de 2017 rondan los 50.000 representantes religiosos.