Tres de los líderes indígenas más destacados de Brasil denunciaron los ataques concertados del gobierno del país contra los derechos indígenas, calificándolos como “genocidas”. Davi Kopenawa Yanomami, chamán y líder del pueblo Yanomami del norte de la Amazonia, Raoni Metuktire, líder del pueblo Kayapó, y Sonia Bone Guajajara, líder y activista guajajara, publicaron una carta abierta.
La difusión de la misma se hizo en ocasión del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, también conocido como Columbus Day, que se celebra el 12 de octubre. En la carta afirman: “Un genocidio se está produciendo en nuestro país, Brasil. El Gobierno está destruyendo a los pueblos indígenas, los primeros pueblos de nuestro país. En nombre del dinero y el poder están robando nuestras tierras, quemando nuestras selvas, contaminando nuestros ríos y devastando nuestras comunidades. Nuestros parientes no contactados, que viven en el corazón de la selva, sufren ataques y mueren. (…) Pero no nos silenciarán. No queremos que las riquezas de nuestras tierras sean robadas y vendidas. Desde los tiempos de nuestros primeros antepasados hemos cuidado nuestras tierras. Protegemos nuestra selva porque es ella la que nos da la vida. Nosotros, hermanos y hermanas de más de doscientos pueblos indígenas, nos estamos uniendo para protestar. Desde el corazón de la selva amazónica les pedimos ayuda. En este momento de crisis les necesitamos. Por favor, digan a nuestro Gobierno que no debe robar nuestra tierra”.
La carta ha sido escrita debido a la creciente preocupación por los estrechos vínculos del Gobierno de Michel Temer – que accedió al poder tras el proceso destituyente de Dilma Rousseff el año pasado – y el poderoso y notoriamente antiindígena lobby del sector agroindustrial. Los activistas describieron el comportamiento actual de la Administración brasileña con respecto a los pueblos indígenas como “la peor en dos generaciones”. Los pueblos indígenas aislados son los más vulnerables del planeta, pero allí donde se respetan sus derechos territoriales siguen prosperando.
El FUNAI (Fundación Nacional del Indio), el departamento para asuntos indígenas del gobierno brasileño, cuyos agentas patrullan y protegen los territorios indígenas, ha sufrido importantes recortes presupuestarios. Eso ha dejado a muchas tribus fatalmente expuestas a la violencia de los extraños y a enfermedades como la gripe o el sarampión, para las que no tienen inmunidad. Se ha verificado también una fuerte escalada de violencia contra los indígenas, protagonizada por personas que intentan arrebatarles sus tierras y recursos. En agosto, unos 10 indígenas aislados fueron masacrados en el Valle de Javari. En los primeros meses de este año los agroganaderos atacaron con machetes a un grupo de indígenas gamela y mutilaron brutalmente a varios de ellos.
Los pueblos indígenas aislados no son atrasados ni reliquias de un pasado remoto. Son nuestros contemporáneos y constituyen una parte esencial de la diversidad humana. “El Gobierno de Brasil está decidido a menoscabar los derechos indígenas en todo el país” declaró el Director General de Survival, Stephen Corry. “Deliberadamente, está dejando abiertos los territorios de los indígenas aislados a invasiones, con pleno conocimiento de las muertes y el sufrimiento que inevitablemente resultarán de ello. Lo que sucede en Brasil es una crisis humanitaria urgente y trágica, y la comunidad internacional debe respaldar a los líderes indígenas y a quienes en Brasil piden que se ponga fin a la persecución”.