Los indígenas brasileños pidieron ayuda al mundo para impedir más matanzas después de la masacre de algunos miembros de una tribu aislada y denuncian los recortes del gobierno que dejaron sin protección sus territorios. Paulo Marubo, líder indígena del oeste de Brasil, declaró: “Podrían producirse más ataques y asesinatos. Los recortes de fondos de la FUNAI han afectado directamente a las vidas de los pueblos indígenas, principalmente a las de los más vulnerables: los pueblos indígenas aislados.” (FUNAI es el departamento de asuntos indígenas del Gobierno brasileño). Marubo es el coordinador general de la organización indígena Univaja, que defiende los derechos indígenas en la Frontera amazónica de los no contactados, la región con mayor concentración de pueblos indígenas aislados del mundo.
COIAB, la organización que representa a los indígenas de la Amazonia brasileña, denunció los drásticos recortes en el presupuesto de la FUNAI que han dejado muchos territorios indígenas indefensos. “Condenamos con vehemencia este brutal y violento ataque perpetrado contra las vidas de indígenas aislados. Esta masacre demuestra y reafirma el incalculable retroceso que vivimos en materia de derechos humanos y de derecho a la vida de los pueblos indígenas en este país diverso. Los recortes y el desmantelamiento de la FUNAI fueron implementados para favorecer poderosos políticos que siguen saqueando nuestros recursos, y abrir nuestros territorios a la explotación minera”.
Algunos informes sobre la Amazonia aún no confirmados que se conocieron la semana pasada refieren que cerca de diez indígenas aislados fueron asesinados por buscadores ilegales de oro, y sus cuerpos mutilados fueron arrojados a un río. Los mineros, al parecer, se jactaron de sus atrocidades en el bar de una ciudad cercana, y entre las víctimas habría mujeres y niños. El Ministerio Público Federal del Estado de Amazonas abrió una investigación al respecto.
Esta masacre sería solo la última de una serie de asesinatos de indígenas aislados en Amazonia, como la tristemente célebre masacre de Haximu en 1993, cuando 16 indígenas yanomamis fueron asesinados por un grupo de buscadores de oro. Más recientemente, un grupo de indígenas sapanawas establecieron contacto en la Frontera amazónica de los pueblos aislados para denunciar que sus casas habían sido atacadas y quemadas por foráneos, y que mataron a tantos miembros de su comunidad que no pudieron enterrar todos los cuerpos.
Todos los pueblos indígenas aislados se enfrentan a una catástrofe si no se protegen sus tierras. Survival International está realizando una campaña para garantizar la seguridad de sus tierras y para que tengan la oportunidad de decidir su propio futuro. “La decisión del gobierno brasileño de recortar los fondos destinados a los equipos que protegen los territorios de los indígenas no contactados no fue un error inocente” comentó Stephen Corry, Director general de Survival International. “Se adoptó para satisfacer los poderosos intereses de quienes quieren abrir las tierras indígenas para su explotación minera, maderera y agroganadera. Estas son las personas a las que se enfrentan los indígenas, y las muertes de indígenas no contactados no van a detenerlos. Solo una movilización mundial podría equilibrar las fuerzas e impedir que ocurran nuevas atrocidades. Nosotros sabemos que la presión pública funciona: muchas campañas de Survival han tenido éxito contra todo pronóstico”.