“Hoy no hubo ningún muerto”. No sería algo raro si no lo hubieran dicho las autoridades policiales de San Salvador, la capital del país centroamericano donde reinan las pandillas y que hasta poco tiempo atrás tenía el récord de homicidios de toda América Latina. “Cero homicidios en la capital” es un título extraño para los diarios nacionales en la tierra de Mons. Romero, que hoy ha conquistado la primera página de casi todos ellos.
La noticia de las noticias, en un país que ha registrado más de 1.700 homicidios – 1776 para ser exactos – contabilizados por el Gabinete de Seguridad de El Salvador en el primer semestre de 2017, lo que significa 9.8 muertes violentas por día. Menos, en todo caso, que 2016, cuando en el mismo período se produjeron 3.060 asesinatos, con un promedio de 16.9 muertes violentas por día.