EN LA ENCRUCIJADA DE LA PAZ. Ya se ha definido el programa del viaje del Papa Francisco a Colombia. 4 ciudades, 12 alocuciones y 21.178 km (de ida y vuelta)

Por quinta vez en América Latina
Por quinta vez en América Latina

Según el Programa de su Peregrinación a Colombia, el Papa Francisco, entre Roma y Bogotá y después Cartagena y Roma – ida y vuelta – en el próximo mes de septiembre, recorrerá 19.650 km. A ello se deben sumar los 1.528 km que cubrirá en los diversos desplazamientos internos entre la capital, Bogotá, y Río Negro/Medellín, Cartagena y Villavicencio. El Santo Padre pronunciará 12 alocuciones: 5 discursos, 4 homilías, 2 saludos y un Angelus.

Las cuatro ciudades que visitará el Papa en Colombia entre el 6 y el 11 de septiembre permiten anticipar, con cierto margen de certeza, algunos temas que podrían hegemonizar los eventos del programa de esta importante visita, la quinta a la región. Francisco conoce y ya ha visitado Colombia en más de una oportunidad cuando era arzobispo de Buenos Aires y aún antes, como Provincial de los jesuitas, y es también el séptimo país de América Latina que visita desde que fue elegido Pontífice. Las ciudades colombianas que tocará, según el programa oficial, son cuatro: Santa Fe de Bogotá, la capital, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias. Dos fueron visitadas por Pablo VI (Bogotá y Medellín) y tres por Juan Pablo II (Bogotá, Medellín y Cartagena sobre el mar del Caribe).

Después de volar más de 9 mil km, partiendo de Roma, el miércoles 6 de septiembre Francisco aterrizará en el Aeropuerto Internacional “El Dorado” y a partir de ese momento comenzará su programa de cinco días en una apretada sucesión de compromisos pastorales.

Bogotá. El miércoles 6 de septiembre el Papa Francisco llegará a la capital colombiana, Santa Fe de Bogotá – arquidiócesis encabezada por el arzobispo Rubén Salazar Gómez, creado cardenal en 2012 por Benedicto XVI – sede del gobierno del país y sede del Consejo Episcopal de América Latina y el Caribe (Celam), que nació por decisión de Pio XII después de la primera Asamblea general de los Episcopados de la región (22) en el lejano 1955. Precisamente este organismo de coordinación eclesial fue el que después organizó las sucesivas Conferencias generales: Medellín (II – 1968), Puebla (III – 1979), Santo Domingo (IV – 1992) y Aparecida (V – 2007). El actual presidente del Celam es el mismo cardenal Rubén Salazar. En esta ciudad, obviamente, el Papa mantendrá los tradicionales encuentros protocolares con las autoridades del gobierno, con el Cuerpo diplomático y con representantes de la sociedad civil. Están previstos encuentros con líderes de la ex Farc y con numerosas víctimas del conflicto. Es previsible que se concrete un encuentro con los representantes de Cuba, Noruega (países garantes), Chile, Venezuela, Estados Unidos, Unión Europea y otros que acompañaron desde siempre las negociaciones en La Habana entre el gobierno y las Farc. En estos momentos dichos países, y otros que se fueron sumando, son decisivos para la aplicación de los Acuerdos de paz. Parece evidente que se realizará también una visita a la sede del Celam y un encuentro con sus autoridades. Es probable que también estén presentes los presidentes de las 22 Conferencias Episcopales que forman parte de la coordinación. El evento tendría lugar cuatro meses después del 10º aniversario de la última Conferencia general de Aparecida, y su documento conclusivo, organizada por el Celam.

Villavicencio. La ciudad se encuentra a una distancia aérea de 75 km en dirección sudeste de la capital (115 km por tierra) y es conocida como “el corazón de Colombia oriental”. Es un verdadero santuario ecológico y desde siempre los obispos de la arquidiócesis – el actual es Mons. Oscar Urbina Ortega – han mantenido vivo en las comunidades eclesiales un fuerte compromiso social con muchísimas actividades orientadas a la promoción y desarrollo humano sostenible. El río que la atraviesa, Guatiquía, ha dado a la ciudad una considerable importancia comercial que sostiene la economía local, básicamente agrícola. La vocación agroindustrial de la ciudad, en el Departamento de Meta, es de fundamental importancia para la economía colombiana. En el pasado Villavicencio estuvo fuertemente involucrada en el conflicto armado interno y no solo con las Farc sino también durante el período anterior, tras el asesinato en 1948 del líder católico liberal Jorge Eliécer Gaitán, cuyo sacrificio se recuerda todos los años, tal como se recuerdan las víctimas de la guerra que terminó con los recientes Acuerdos. En el año 2012 el entonces presidente César Gaviría eligió Villavicencio, para celebrar el “Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas (9 de abril). En Villavicencio trabaja una influyente comunidad monfortiana (fundada por san Luis María Grignon de Monfort).

Medellín. Ciudad famosa en la vida de la iglesia latinoamericana porque fue la primera de la región que recibió, junto con la capital, la visita de un Papa: Pablo VI. El Papa Montini estuvo allí algunas horas en 1968 para inaugurar los trabajos de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (11-18 de agosto). El 24 de agosto de 1968 pronunció su famoso y siempre recordado discurso sobre las “Tres direcciones” y después inauguró la nueva sede del Celam. Su presencia, acogida con una enorme participación del pueblo, inmediatamente quedó asociada a la Encíclica Populorum Progressio (26 de marzo de 1967) que había causado un enorme impacto en la región y en las iglesias locales. Fue recibido, hace 49 años, con pancartas en las que se leían algunas frases de este documento, sobre todo “Los pueblos hambrientos interpelan hoy, con acento dramático, a los pueblos opulentos”. A partir de aquel momento las palabras finales de la Encíclica se convirtieron en una especie de manifiesto: “…si el desarrollo es el nuevo nombre de la paz, ¿quién no querrá trabajar con todas las fuerzas para lograrlo? Sí, Nos os invitamos a todos para que respondáis a nuestro grito de angustia, en nombre del Señor”. En los últimos tiempos esta ciudad y esta diócesis guiada desde 2010 por Mons. Ricardo Antonio Tobón Restrepo, han pagado un terrible precio de sangre durante los años del conflicto. Entre las víctimas se cuentan sacerdotes, religiosas y catequistas (el obispo de Arauca, Mons. Jesús Emilio Jaramillo, secuestrado, torturado, juzgado y asesinado el 2 de octubre de 1989, y Mons. Isaías Duarte Cancino, arzobispo de Cali, asesinado el 16 de marzo de 2002). En el pasado pero también hoy, aunque está disminuyendo, el poder de los cárteles de la cocaína ha impuesto su propia ley generando una espiral de violencia que durante muchos años parecía imposible de contener.

Cartagena de Indias. Colombia, país bi-oceánico, se asoma al Mar del Caribe con varias importantes ciudades. La más famosa, joya reconocida por la Unesco, es Cartagena de Indias, capital del Departamento de Bolívar, sede estratégica del colonialismo español. Desde 2005 Mons. Jorge Enrique Jiménez Carvajal es arzobispo metropolitano de la diócesis. La ciudad fue durante muchos años el mercado más importante para la compraventa de esclavos africanos. Desde su fundación, en 1533 por voluntad de Pedro de Heredia, el lugar fue un centro estratégico para el colonialismo de la época. En esta ciudad firmaron los Acuerdos de paz el presidente Santos y la ex guerrilla de las Farc (sometidos luego a referéndum) y a ella se encuentra unida la figura del misionero jesuita san Pedro Claver, el apóstol de los esclavos. Claver vivió y trabajó aquí muchos años y se dedicó totalmente a asistir y salvar a los esclavos africanos que transportaban a América. Los Acuerdos de paz se firmaron el 26 de septiembre de 2016, en presencia del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, en la plaza que se encuentra delante de la iglesia que custodia las reliquias de san Pedro Claver. La elección de esta ciudad tiene un significado importante, declaró públicamente el presidente colombiano, recordando que “San Pedro Claver ha sido proclamado como el gran defensor de los Derechos Humanos. Este proceso de paz ha tenido como una de sus características que ha puesto las víctimas, los Derechos Humanos, como el centro de la solución de este conflicto. Por eso hemos escogido Cartagena de Indias, ciudad donde vivió y murió el santo jesuita español”. No resulta difícil comprender por qué la eligió el Papa Francisco.

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