Se intensifica el flujo de los migrantes desde América Central hacia la frontera estadounidense, vía México. Los agentes de frontera de Border Patrol registran que en los últimos meses detuvieron un 30 por ciento más de migrantes respecto al período anterior. El Wall Street Journal publica la noticia y hace notar que, aunque la mayoría de ellos huye de la pobreza y la violencia en sus países de origen, el factor principal que provocó el incremento fue la elección de Donald Trump el 8 de noviembre pasado. Evidentemente los centroamericanos han tomado en serio las promesas del presidente electo de deportar a los indocumentados y construir nuevos muros, y deciden anticiparse a la llegada de Trump a la Casa Blanca el 20 de enero poniéndose en camino hacia el norte. Alentados sin duda por los que organizan sus viajes a cambio de dólares, los conocidos “coyotes”, decididos a aprovechar la coyuntura para llenarse el bolsillo.
Junto con los centroamericanos, la otra corriente migratoria que incrementó el número de llegadas al territorio estadounidense es la cubana. También en este caso el motivo es la elección de Trump. Los cubanos temen que pueda derogar la ley que les permite obtener asilo político en Estados Unidos con facilidad. Se calcula que al menos 90.000 cubanos abandonaron la isla para refugiarse en USA desde principios de 2016. La ruta que elige la mayoría de ellos es vía México. Llegan en avión a Panamá, uno de los pocos países donde pueden desembarcar sin visa de ingreso y luego remontan Centroamérica uniéndose a las caravanas de migrantes centroamericanos que se desplazan hacia el norte. Cuando llegan a la frontera son los más afortunados: es suficiente que entreguen el pasaporte cubano para poner en marcha el procedimiento burocrático de asilo político.
El efecto Trump también se hace sentir en los envíos de dinero desde Estados Unidos a México que realizan los inmigrantes residentes. El Banco Central de México informa que el flujo de divisas tuvo un incremento del 25.7% en el mes de noviembre. En 2016 el total de envíos fue de 2.362 millones de dólares, a los cuales se debe sumar 24.625 millones que despacharon más de 11 millones de mexicanos que trabajan en Estados Unidos, sobre todo en el sector de la construcción y los servicios.
Durante la campaña electoral, Trump afirmó que construirá un muro en la frontera de los Estados Unidos y México y que será financiado con dinero mexicano. La negativa de México a pagar el muro provocó la amenaza de Trump de implementar medidas restrictivas para los envíos de dinero a México. No hay que olvidar que éstos constituyen uno de los principales ingresos de divisas del país, que supera al turismo, la exportanción de petróleo bruto y las inversiones extranjeras directas.