Los amantes de los bailes tropicales, puro ritmo y sudor, tendrán una alegría si a fines de noviembre, como es probable, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura incorporara al más característico de ellos como patrimonio inmaterial de la humanidad.
El veredicto se dará a conocer en esa fecha en la reunión que el comité especial de la UNESCO realizará en Addis Abeba, Etiopía.
Los jueces tendrán en sus manos la documentación correspondiente a 37 expresiones artísticas representativas del patrimonio “vivo” de los pueblos, como danza, gastronomía, fiestas y festivales. Cuba será también uno de los participantes porque ha presentado ante el Comité su rumba “una mezcla festiva de música y baile”, como dice en la sinopsis de la candidatura, “símbolo de una sociedad marginada en Cuba”.
La candidatura de la rumba cubana recibió luz verde de la Comisión de evaluación, un paso que normalmente concluye con la aprobación del Comité de jurados de la UNESCO.