Nuevas y extraordinarias fotografías aéreas muestran una comunidad indígena contemporánea no contactada de la Amazonia que podría tener un centenar de habitantes. La comunidad se encuentra en el Territorio Indígena Yanomami al norte de Brasil, cerca de la frontera con Venezuela. Alrededor de 22.000 yanomamis viven en el lado brasileño de la frontera, y al menos tres grupos no mantienen contacto con foráneos. Son extremadamente vulnerables a la violencia y a las enfermedades que propagan los foráneos. Cuando su tierra está protegida, los pueblos indígenas aislados pueden prosperar. Sin embargo, esta zona está actualmente invadida por unos 5.000 mineros de oro ilegales que hacen temer seriamente por la supervivencia de uno de los pueblos más vulnerables del planeta.
Los mineros han propagado en la región enfermedades como la malaria y han contaminado las fuentes de alimento y agua de los yanomamis con mercurio, provocando una grave crisis sanitaria. “El lugar donde los indígenas aislados viven, pescan, cazan y cultivan debe ser protegido. El mundo entero debe saber que ellos están ahí, en su selva, y las autoridades deben respetar su derecho a vivir ahí”, declaró el chamán y activista yanomami Davi Kopenawa Yanomami. Davi es presidente de la asociación yanomami Hutukara y ha sido denominado “el dalái lama de la selva”. A propósito de los buscadores de oro ha declarado: “Son como termitas: siguen viniendo y no nos dejan en paz”.
Los encargados de proteger el territorio yanomami son funcionarios del Gobierno brasileño. Pero actualmente afrontan severos recortes presupuestarios como parte de los planes políticos de debilitar drásticamente la protección y los derechos territoriales indígenas.
Sin apoyo continuado, el equipo responsable de la región yanomami no podrá proteger el territorio de los invasores, e incluso podría ser retirado por completo. Esto dejaría a los yanomamis no contactados expuestos al peligro de aniquilación.
“Estas extraordinarias imágenes son otra prueba más de la existencia de nuevos pueblos indígenas aislados. No son salvajes, sino sociedades complejas y contemporáneas cuyos derechos deben ser respetados”, declaró Stephen Corry, Director general de Survival International. “Está claro que son perfectamente capaces de vivir exitosamente sin necesidad alguna de las nociones de ‘progreso’ y ‘desarrollo’ externas. Todos los pueblos indígenas aislados se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida. Estamos haciendo todo lo que podemos para garantizarles sus tierras y para que tengan la oportunidad de decidir su propio futuro”.
Survival International se opone a los intentos externos de contactarlos. El contacto siempre es mortal, y la decisión de iniciarlo les corresponde solo a ellos. Quienes entran en territorio de indígenas aislados les niegan esa posibilidad de decidir.