Nace en Bolivia la región autónoma indígena Guaraní, la primera en el país andino que adoptará leyes y costumbres típicamente ancestrales sin contradecir las normas del Estado de la República Boliviana. Es el primer caso en el mundo, destaca René Laime, director nacional del Ministerio de las Autonomías que preside tales procesos. La región interesada, situada en la frontera de Bolivia con el Paraguay, tiene una extensión de 74.00 km2 y una población que supera los 30.000 habitantes.
La proclamación concluye una transición de siete años hacia una nueva forma de gobierno local, aceptada por la Constitución boliviana que se promulgó en 2009.