Están todos, desde el extremo sur de la Patagonia, con la ciudad de Río Gallegos, hasta el norte con la ciudad de Viedma, pasando por San Carlos de Bariloche y Neuquén, nueve obispos en ejercicio y cuatro eméritos. Con un mensaje fuerte en común: re-proponer la opción preferencial por los pobres y, a la luz de esa opción, trazar algunas prioridades. Promover una cultura del encuentro y del diálogo con y entre todos los componentes de la sociedad, privilegiar la solidaridad y la cultura del trabajo, luchar contra la corrupción, la mentira y la deshonestidad intelectual. Creemos que “en el centro de nuestra mente, de nuestras actitudes, de nuestros gestos y de las políticas públicas ha de estar siempre la persona humana, y no un desarrollo a cualquier precio” afirman los prelados en el documento común que acaban de difundir. La opción preferencial por los pobres, como la entienden los 13 firmantes, es “el hilo conductor de un progreso humano justo, integrador y fuente de felicidad para todos, libre de intereses partidarios o corporativos que suelen ocultar mezquindad, injusticias y marginación de personas”.
En el documento, los obispos hacen referencia a la histórica revolución de mayo de 1810 y la posterior declaración de independencia en 1816. Los argentinos deben reflexionar “qué patria soñaron nuestros mayores cuando, 200 años atrás, con audacia y esperanza declararon nuestra Independencia”. Para señalar después que “queremos ser una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común… para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres”. Y citando al Papa, su compatriota, los obispos de la Patagonia exhortan a “reaccionar y transformar, modificar y cambiar, convertir lo que nos está destruyendo como pueblo, lo que nos está degradando como humanidad”.
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