El paréntesis romano, por el momento, quedó atrás. Juan Carlos Scannone está de nuevo en su hábitat argentino, a poco más de treinta kilómetros de Buenos Aires, donde ha transcurrido la mayor parte de su vida. Allí, en la localidad de San Miguel, se encuentra el Colegio Máximo de los Jesuitas, que estuvo dirigido durante muchos años por Bergoglio. Otro jesuita, el director de Civiltà Cattolica Antonio Spadaro, lo llamó a Roma “para ayudar a nuestros lectores a comprender desde dentro el pontificado del Papa Francisco orientados por alguien que lo conoce bien”. Scannone trasladó impávido a Roma su inteligencia y sus 83 años, yendo y viniendo desde y hacia América Latina durante un año. Escribió varios artículos para Civiltà Cattolica y Gregorianum, y para libros publicados por estas revistas sobre la teología del pueblo y sobre el Papa Francisco. Pero desde que volvió a su casa en Argentina, tampoco dejó de trabajar.
«Es curioso que me pregunte en qué estoy trabajando, porque justamente esta mañana terminé un libro titulado “La Teología del Pueblo y la cultura”. Y el subtítulo es : “Raíces teológicas del Papa Francisco”».
¿El Papa lo sabe?
No, no hay ninguna razón para que lo sepa.
Después de hacer este anticipo en exclusiva para Tierras de América, Scannone abre un paréntesis. Comienza a hablar sobre su último encuentro con Francisco antes de volver a Argentina, y de un libro que le entregó personalmente, fruto de su estadía en Roma. “Apareció con mi nombre, pero lo escribió una periodista francesa, Bernardette Sauvaget, muy amiga del padre de Charentenay, también francés, que trabaja en Civiltà Cattolica. El Padre de Charentenay fue director de la revista francesa de los jesuitas, Études, aunque en este momento se encuentra en Estados Unidos, en el Boston College. Sauvaget se había ofrecido para escribir un libro entrevista y con la mediación del padre de Charentenay, vino a Roma varios días en octubre de 2014, antes de que yo volviera a Argentina. Todos los días nos econtrábamos algunas horas y me planteaba preguntas. Publicó el libro en la editorial du Cerf de los dominicos”.
¿También tiene relación con el Papa?
El título le responde: Le pape du peuple. Trata sobre la Teología del pueblo, sobre el pensamiento del Papa, sobre mi relación con él. En Italiano, lo publicó la Libreria Editrice Vaticana.
Y ése fue el libro que le entregó al Papa…
Si, en marzo.
Usted dice que el nuevo libro que acaba de terminar también habla del Papa.
La tercera parte se refiere a sus raíces teológicas. Allí incorporé un trabajo que preparé para la Georgetown University de Estados Unidos. Un escrito sobre el Vaticano II, la Gaudium et Spes, para ser más exactos. El tema que me habían asignado era “Agenda inconclusa del Vaticano II”. En el libro muestro que el Vaticano II cambia el paradigma teológico y la Gaudium et Spes cambia el método, lo que luego aplica el episcopado latinoamericano a través de los años, desde la segunda Conferencia Episcopal de Medellín, en 1968, hasta Aparecida, la última Conferencia de 2007 inaugurado por el Papa Ratzinger, en la que Bergoglio presidió la Comisión de Redacción del Documento Conclusivo. Muestro que Francisco asume estos cambios de paradigma y de método siguiendo la línea del episcopado latinoamericano, pero los aplica sobre todo al tema de los pobres.
¿A qué se refiere usted con cambio de paradigma y de método?
Me refiero al paso del paradigma a-histórico de los documentos preparatorios del Concilio, que los obispos rechazan y Juan XXIII deja de lado, a un paradigma que tiene más en cuenta lo personal-subjetivo y lo histórico. Este cambio culmina en la Gaudium et Spes con el método “ver, juzgar, actuar” que se asume en la Conferencia de Medellín y sin interrupción hasta Puebla en 1979, hasta cierto punto Santo Domingo, en 1992, y luego, plenamente, en Aparecida. Ese cambio de paradigma y de método, aplicados a América Latina, llevó a explicitar –en el orden de los contenidos- el tema de los pobres, que el Papa recoge y profundiza. Yo creo que hay varios temas de la teología latinoamericana y argentina que no solo los asume sino que los profundiza, como intenté mostrar en un artículo mío que publicó Criterio (Nº 2414, mayo 2015, 44-47). El Papa profundiza el tema de los pobres, por ejemplo, afirmando que “la opción por los pobres es una categoría teológica, antes que cultural, sociológica, política o filosófica”. Y enseguida da la razón añadiendo: “Dios les otorga su primera misericordia” (EG 198)”. Concluyo esa tercera parte con los cuatro principios: el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la idea, el todo es superior a la parte y a la suma de las partes. Cuando Bergoglio era provincial, en el año 1974, ya los usaba. Yo formaba parte, junto con él, de la Congregación provincial y lo escuché citarlos para iluminar diversas situaciones que se trataban.
¿Y la primera parte del libro a qué se refiere?
Es histórica. Trata de la Teología argentina del pueblo y la figura de Lucio Gera, el principal de los teólogos del pueblo. Nació en Italia pero emigró de niño a la Argentina y colaboró como experto de los obispos argentinos en el Vaticano II, y en las Conferencias de Medellín y Puebla.
Hay una segunda parte…
La segunda parte, Hacia una teologia inculturada, contiene trabajos publicados en Evangelizzazione, cultura e teologia que intenté poner al día y a los que di una perspectiva más universal, no puramente latinoamericana.
¿Ya tiene un editor?
Me lo pidió el padre jesuita belga Pierre Sauvage. Lo publicará en francés la editorial jesuita Lessius, de París, y después probablemente también en italiano y español.
A propósito de los jesuitas ¿Ha escuchado que se está por abrir la causa de beatificación del padre De Lubac?
No lo sabía …
A fines de enero el arzobispo de Lion, el cardenal Philippe Barbarin, tuvo un encuentro privado en el Vaticano con Benedicto XVI por la apertura de la causa de beatificación del cardenal De Lubac, con el cual Ratzinger mantuvo una intensa relación como teólogo. Barbarin declaró luego que el Papa emérito se expresó muy favorablemente a la apertura del proceso, confirmando que la figura de De Lubac es extremadamente importante, tanto por sus circunstancias personales como por el patrimonio teológico que el purpurado dejó como herencia en sus numerosas obras, que hasta la actualidad son fundamentales para la vida de la Iglesia.
El padre Juan Carlos Scannone escucha la noticia con atención. “Sé que el Papa tiene en su biblioteca Meditación sobre la Iglesia de De Lubac, que es uno de sus libros preferidos. La Civiltà Cattolica y el Corriere della Sera publicaron la versión italiana en la colección “La bliblioteca del Papa Francisco”.
¿Ha visto cuántas sorpresas hemos tenido en los últimos tiempos? ¿Usted imaginaba que un ex alumno suyo nos reservaría tantas en apenas tres años?
Buenas sorpresas. Gracias a Dios, es una gran cosa.
Cayó el muro americano, cayó el que había con la Iglesia Ortodoxa, ¿y ahora?
Seguramente está China en el horizonte. Él mismo me dijo que sentía mucho interés por China. Una de las dos veces que estuve solo con él en Santa Marta, me dijo que el futuro de la Iglesia está en Asia y que miraba a China.
De un momento a otro podrían anunciar la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla, como conclusión de las prolongadas negociaciones que se desarrollaron precisamente en Cuba entre las dos delegaciones…
Y el Papa dijo que si se firma la paz, irá a Colombia …
No falta mucho para la firma…
Es importante, muy importante; hace muchos años que Colombia se encuentra en una situación tremenda, prácticamente desde 1948, cuando se produjo el famoso “bogotazo” por el asesinato del caudillo liberal Gaitán. Después, una parte de la lucha política tomó el camino de la clandestinidad y la guerrilla, que ha sufrido mutaciones, incorporando el narcotráfico como instrumento de lucha y de financiamiento. Han sido años terribles. Recuerdo cuando participaba en reuniones del CELAM, debíamos movernos con muchísima cautela, el peligro de las bombas y todo el sufrimiento que se manifestaba durante los encuentros que hacíamos, los testimonios de personas. Pienso en algunas religiosas que trabajaban en el Magdalena Medio y tenían que afrontar continuos asesinatos perpetrados por guerrilleros que eliminaban a quienes colaboraban con los paramilitares y viceversa.
¿A qué años se remontan esos recuerdos?
Me parece que una época de mucha aspereza coincide con el asesinato de los jesuitas en El Salvador.
En noviembre de 1989…
Sí, el año de la caída del muro de Berlín …
Y antes que ellos, Romero …
Estuve en su tumba cuando todavía gobernaba la Democracia Cristiana …
Napoleón Duarte.
Sí, Duarte. En cambio, cuando mataron a los jesuitas estaba ARENA en el gobierno.
D’Abuisson…
Sí…
Se enteró que hoy murió Fernando Cardenal, en Nicaragua.
No, no lo sabía … [Se muestra muy sorprendido] ¿Cuántos años tenía?
82
Yo lo conocí cuando estuve en Nicaragua con Luis Maldonado, el teólogo español, para participar en una reunión en Panamá. De allí fuimos a Nicaragua. Después él viajó a Cuba. Fernando Cardenal vivía en comunidad, aunque había dejado la Compañía para hacer un trabajo político en el gobierno sandinista.