REGRESO CON HONORES. El cuerpo del primer obispo independentista de Ecuador en el camino de vuelta a casa. Tras un exilio de 200 años

Este martes llegan a Ecuador
Este martes llegan a Ecuador

Volvieron a Ecuador, tras doscientos años de exilio, los restos del obispo José Cuero y Caicedo, uno de los padres de la independencia del país andino. En realidad todavía no se encuentran en suelo patrio, pero llegarán el martes primero de marzo, cuando el Buque Escuela Guayas de la Marina de Ecuador, donde fueron embarcados en el puerto peruano de Callao, entre en el puerto ecuatoriano de Guayaquil. José Cuero y Caicedo fue obispo de Quito desde 1801 hasta 1815, Vicepresidente del Consejo Soberano de Quito en 1810 y Presidente del “Estado de Quito entre 1811 y 1812. Sus restos serán luego trasladados a la Catedral de la capital, y descansarán en mausoleo donde ya se encuentran otros ilustres independentistas: el coronel Carlos Montufar y el Mariscal Antonio José de Sucre.

Nacido en 1735 en Cali, que durante la dominación española se encontraba en territorio ecuatoriano, Cuero y Caicedo falleció en el exilio en Lima (Perú) en 1815. En la capital peruana sus restos estaban sepultados en el Hospital Real de San Andrés.

Además de dirigir la diócesis de Quito, Mons. José Cuero y Caicedo ocupó también importantes cargos públicos apoyando el movimiento independentista. Cuando los españoles entraron nuevamente en Quito el 8 de noviembre de 1812 para restablecer el orden, muchos se vieron obligados a huir, entre ellos el obispo y numerosos religiosos, por temor a las represalias. Posteriormente fue despojado de su dignidad episcopal, confiscaron todos sus bienes y el 27 de julio de 1815 lo condenaron al exilio como prisionero en Lima, donde falleció pobre y enfermo el 10 de diciembre de 1815.

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