Se llama Esteban Gaspar Octavio Brouwer de Koning con un Bergoglio como segundo apellido, lo que fue suficiente para elevar por las nubes el nivel de atención. La prensa argentina informó en las ediciones on-line de hoy que este hombre, de 41 años, es sobrino en segundo grado del Papa Francisco porque es hijo de una prima, María Teresa Bergoglio de Brouwer de Koning, jueza jubilada de la Provincia de Córdoba.
En realidad el parentesco con el Papa Bergoglio es mucho más lejano de lo que –maliciosamente- se pretende hacer creer. Los periodistas Javier Cámara y Sebastián Pfaffen lo describen con claridad en un libro de reciente publicación, “Aquel Francisco” (Ed. Raíz de dos, 2014). Entrevistado por los autores, el mismo Francisco explicó que los Bergoglio de Córdoba “son de la rama de los Bergoglio Tosco, ligados a la familia de mi padre a través de mis bisabuelos, pero con poco contacto con nosotros”. “Mis familiares más directos”, dijo Bergoglio, “llegaron al país bastante después de ellos y se instalaron en la ciudad de Paraná, en Entre Ríos”. Javier Cámara y Sebastián Pfaffen recogen también en el libro las palabras de María Inés Bergoglio, hermana de María Teresa Bergoglio de Brouwer de Koning, la madre dell’arrestato, quien expresó a la periodista Eugenia Mastri, del diario La Voz del Interior: “Mi papá y el Papa vienen de un mismo bisabuelo”.
El arresto de Brouwer de Koning se produjo en una conocida localidad turística del sur argentino, muy lejos de Córdoba, su lugar de residencia, donde Esteban Gaspar Octavio se dedicaba a supuestos negocios inmobiliarias antes de desaparecer de la ciudad. En efecto, se encontraba prófugo desde hace varios meses y tenía pedido de captura en todo el territorio nacional por estafas millonarias.
El comisario Jorge Elizondo, jefe del Área Judicial y de Investigaciones de la Regional Tercera de la Policía de Río Negro, donde se efectuó el arresto, fue quien explicó a los dos principales diarios argentinos, Clarin y La Nacion, los detalles del operativo conjunto con el Área Judicial de Investigaciones de la provincia de Córdoba. El comisario explicó que “la estafa consistía en convocar a acreedores para hacer emprendimientos inmobiliarios, les exhibía documentación y escrituras falsas y cuando los inversores realizaban el depósito se daba a la fuga”. Cálculos provisorios estiman que la estafa sería de unos 8 millones de dólares.
El prófugo fue localizado en la ciudad de Bariloche por la Justicia cordobesa por medio de la intervención de llamadas telefónicas. Las autoridades cordobesas solicitaron luego la colaboración de la Policía de Río Negro y los agentes rionegrinos interceptaron y detuvieron a Brouwer de Koning cuando ingresaba en una panadería a pocos metros del departamento alquilado donde vivía, frente de la catedral de la ciudad.