Muy estilo Bergoglio la declaración de los obispos argentinos en vistas de las elecciones presidenciales del próximo 25 de octubre, que pondrán punto final a la era Kirchner de casi 12 años de gobierno entre marido y esposa. Un mensaje breve, de una sola página, que recoge palabras clave del pontificado, como “cultura del encuentro”, “amistad social” y “nación inclusiva”.
El título de la declaración convoca al compromiso que requieren los momentos cruciales, tal como considera la Iglesia argentina la conclusión de los dos mandatos presidenciales de Cristina Fernández de Kirchner: “La nación que queremos”. La ouverture es una voz de alarma por el “clima de agravios, sospechas y denuncias que debilitan la credibilidad de personas e instituciones”. En efecto, la campaña electoral se ha caracterizado por tonos ásperos, maniobras sucias y graves irregularidades en elecciones previas a nivel provincial. Por eso los obispos señalan que es prioritario “recomponer una actitud de respeto, de diálogo sincero y de participación comprometida” entre los sujetos que actúan en el escenario político. La referencia al Papa es obligatoria: promover “una cultura del encuentro que facilite la amistad social”. Las mismas palabras que pronunció reiteradamente el cardenal Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, antes y después de la elección de Néstor Kirchner en mayo de 2003 y de su esposa en octubre de 2007 y noviembre de 2011.
La segunda parte del documento está dirigida a los candidatos a la presidencia, los tres que siguen en carrera –Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa- y a los partidos políticos que representan, el Frente para la Victoria de matriz peronista, la coalición de centro derecha Propuesta Republicana y el Frente Renovador, para que presenten “con claridad sus plataformas, propuestas e ideas”. Al deber de los candidatos, recuerdan los obispos argentinos, le corresponde una análogo derecho de los electores de “conocer y discernir sobre las propuestas que mejor respondan a nuestros principios y convicciones”.
También en este caso la declaración publicada el 1 de octubre refleja las palabras que Bergoglio-Francisco confió a una revista de la villa de emergencia argentina La Cárcova a fines de febrero. Cuando los jóvenes de la villa le preguntaron qué recomendaría a los políticos argentinos en un año electoral, respondió sorpresivamente con un verdadero programa de tres puntos: “Primero, que propongan una plataforma electoral bien clara. Que cada uno diga: nosotros, si somos elegidos, haremos esto y esto otro”. Por una razón de peso. Porque –siguió explicando en la respuesta que grabó el sacerdote José María di Paola- “La plataforma electoral es muy sana y ayuda a la gente a ver lo que piensa cada uno”. Segundo punto del tríptico papal: “Honestidad para presentar su propia postura”. Y tercero, “una campaña electoral de tipo gratuito, no financiada. Porque en las financiaciones de las campañas electorales entran muchos intereses que después ‘te pasan factura’. Entonces, hay que ser independientes de cualquiera que me pueda financiar una campaña electoral”.
Los obispos argentinos relanzan la primera recomendación papal para lo que queda de una campaña electoral en cierto sentido bastante turbia, que no se ha basado precisamente en propuestas y programas claros.