BÉISBOL, EL ORO DE CUBA. Por qué con el fin del embargo el deporte nacional cubano podría transformarse en la primera industria del país

Fidelbéisbol
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Más que turismo, azúcar, cigarros o ron, en el inmediato futuro post embargo la principal fuente de riqueza cubana podría llamarse béisbol. El tema se volvió a plantear con la victoria del equipo cubano de Pinar del Rio en la Serie del Caribe, la competencia latinoamericana más importante de un deporte que para Cuba es casi una religión y apasiona incluso algunos protagonistas de la Revolución, como Fidel Castro y Camilo Cienfuegos. El triunfo cubano contribuyó a reavivar la atención de la Major League estadounidense en los talentos de la isla, lo que puede significar la apertura de un nuevo frente de acercamiento y, sobre todo, de futuros negocios. “Cuba es un tema de gran interés para nosotros”, confirmó al network deportivo ESPN el nuevo comisionado de Major League Béisbol, Rob Manfred, “por dos razones principales, es una gran fuente de talento y cuenta con una gran tradición de béisbol”.
Otro norteamericano experto en béisbol cubano, Peter C. Bjarkman, explicó a AFP el procedimiento que se podría implementar para favorecer la compraventa de jugadores, en caso de que terminara el embargo. “De llegarse a un acuerdo diplomático, Cuba establecerá un sistema como Japón, donde los jugadores tienen que quedarse jugando en su país unos cinco o seis años, para luego aplicar para ser agentes libres. Pero si deciden irse antes, entonces no pueden firmar con Grandes Ligas”, comento Bjarkman. “Si después las Grandes Ligas lo quieren adquirir, tendrán que pagarle al club para poder negociar con el jugador, y después pactar con éste”. Hasta ahora, precisamente debido al embargo, los clubes cubanos muchas veces terminan con un puñado de moscas en la mano, porque las regulaciones de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos. (OFAC),  establecen que ningún cubano residente en la isla ni organismos estatales puede recibir pagos en dólares por cualquier tipo de transacción.
Un ejemplo muy claro es lo que ha ocurrido en la Serie del Caribe que acaba de terminar. El equipo cubano Vegueros no pudo recibir los 102 mil dólares de premio que gana el campeón y lo mismo ocurrió con los tres jugadores cubanos que resultaron elegidos “mejores jugadores” del torneo. “Se les entregarán los galardones individuales como miembros del equipo Todos Estrellas y el trofeo de equipo campeón, pero nada de premio en metálico, porque lamentablemente, existe un embargo por parte de Estados Unidos que lo impide”, confirmó Puello Herrera, comisionado de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, momentos antes de comenzar la final México-Cuba.
El fin del embargo tendría entonces evidentes beneficios, permitiendo que el béisbol inyectara una buena cantidad de divisas en la maltrecha economía cubana y contribuyera a la felicidad de clubes, jugadores y simples ciudadanos. Sobre todo porque, al final, los jugadores cubanos siempre terminan en la Major League. Los mejores, tarde o temprano escapan de la isla y consiguen contratos espectaculares. Rusney Castillo, solo por dar un ejemplo, abandonó Cuba en 2014 y firmó contrato con Red Sox de Boston por la cifra récord de 72,5 millones de dólares.
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