Cuando se está por cumplir un año de la renuncia de Benedicto XVI, estuvimos con Abraham Skorka en la sinagoga de la comunidad rabínica Benei Tikvá, de la que es rabino desde hace casi cuarente años, reflexionando sobre el Papa que se fue y el que lo sucedió. Por el primero nutre una respetuosa admiración, que fue creciendo a la distancia alimentada por lecturas, por el segundo una afectuosa amistad, cimentada en habituales encuentros. “Fue un gesto grande, la lección de un verdadero líder”, declara refiriéndonse a la renuncia de Ratzinger, que le abrió el camino a su amigo Bergoglio. No tiene reparos en decir que “muchos políticos deberían aprender” del Papa alemán. Y también que el gesto revolucionario que realizó será una “matriz” para el futuro.
Sabe muy bien que sin la renuncia de Ratzinger no se hubiera producido la elección de Bergoglio ni muchas otras cosas, como el viaje a su patria espiritual previsto para mayo, que desde el principio fue el tema de la conversación. El rabino Skorka es prudente cuando se trata de confirmarlo, pero aún así define su sueño, acompañar al Papa reinante durante su peregrinación a Tierra Santa, como una “posibilidad” concreta. Insiste en la palabra “peregrinación”. “La primera vez aque hablamos de esto usó precisamente ese término”, recuerda. E inmediatamente agrega –y no es casual- que “el viaje no debe ser politizado”. Por el contrario, el propósito es “contribuir a un acercamiento de las dos partes. Tanto israelitas como palestinos tenemos una componente nacional y religiosa; la idea es que el Dios de la paz pueda ser invocado con palabras y gestos que nazcan del corazón y no de la fuerza de las armas”.
Por eso declara que “no comprende” la frase que se atribuye al rabino argentino Sergio Bergman –citada por la Agencia judía de información (AJN)- según la cual el Papa Francisco es “el Che Guevara de los palestinos” y el viaje es una manera de “apoyar la lucha y los derechos” de los palestinos. “Si es que verdaderamente ha dicho eso”, aclara una y otra vez. Una frase que “no me agrada” vuelve a decir, condicionando el juicio a la veracidad de la misma, sobre todo porque es contradictoria con lo que escribe Bergman en su propio blog. El rabino de la Congregación Israelita argentina se refiere a Bergoglio llamándolo “mi rabino”, “un maestro que me ha escuchado, orientado y aconsejado sobre la manera de vivir mi vocación de servir tanto al Creador como a sus creaturas en el desafío del bien común”. Desafío al que Sergio Bergman responde desde las filas de Propuesta Republicana (PRO), una alianza de tendencia liberal conservadora encabezada por el actual intendente de Buenos Aires, Mauricio Macri.
Abraham Skorka afirma que ha hablado “con el Papa en privado” y por eso está seguro que el suyo será “un mensaje de paz, equilibrado y muy atento a no herir ningún tipo de sensibilidades. Será fundamentalmente una peregrinación”, insiste. “El Che Guevara tuvo grandes ideales de justicia social, de rectitud, pero hay un aspecto, el de las armas, que no comparto. Nosotros también queremos justicia social para nuestros pueblos, pero a través del diálogo y de un cambio profundo de actitud. La historia de la humanidad nos enseña que todas las grandes revoluciones que se afirmaron con derramamiento de sangre dejaron una estela de odio, y a fin de cuentas fracasaron. La verdadera revolución es crear un hombre nuevo”.