¿Un 2018 bajo el signo de monseñor Romero? Parecería que sí. El beato de El Salvador a quien tanto quiere el Papa Francisco, empezó el nuevo año con menciones importantes que el sitio Supermartyrio, siempre atento a las circunstancias terrenales del futuro santo nacional, recoge y señala con esperanza. En el discurso de fin de año de la Congregación para la Causa de los Santos, el organismo de la Iglesia en cuyas manos se encuentra el proceso de canonización del obispo mártir, el Prefecto del Dicasterio, cardenal Angelo Amato, incluyó a Romero entre los santos prominentes de la Iglesia. Comentando el 8 de enero la expresión con la cual popularmente se designa el organismo que preside, “Fábrica de Santos”, Amato dijo: «Al igual que las fábricas que producen, por ejemplo, excelentes automóviles de lujo, como Mercedes, Ferrari o Chevrolet, fruto de la investigación y de la continua innovación, la Congregación para la Causa de los Santos también “produce” beatos y santos, como la Madre Teresa de Calcuta, el Padre Pio de Pietralcina, Juan Pablo II y Monseñor Óscar Romero, quienes por su extraordinario testimonio evangélico son en nuestro tiempo el buque insignia de la Iglesia y de la sociedad».
Ese mismo día 8 de enero, el Papa Francesco, en el tradicional discurso al cuerpo diplomático acreditado en el Vaticano, tuvo un gesto de afecto para Romero que no pasó inadvertido. El vaticanista Andres Beltramo lo registró con estas palabras en un twitt que puso ese mismo día: “El embajador de El Salvador ante el Vaticano [Manuel Roberto López Barrera] le entregó [a Francisco] una cruz con la imagen de Mons. Romero y el Papa la besó inmediatamente”. El Papa – comenta Supermartyrio – “recibe muchos obsequios en tales encuentros, incluyendo imágenes religiosas, pero es raro ver tal muestra de afecto y reverencia”.
Pocos días después, los líderes de las iglesias cristianas en Italia citaron a Romero en un mensaje común para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Firmado por los representantes de la Iglesia Católica, de la Federación de las Iglesias Evangélicas en Italia y la Arquidiócesis Ortodoxa de Italia y Malta, la declaración dice: «El Señor nos pide que seamos profetas otra vez en este mundo, vistiendo la armadura del evangelio de la paz y la justicia para responder al mal con el bien, al odio y la enemistad con amor. Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador asesinado en el altar por su amor al Evangelio y a los pobres, decía que “La única violencia que admite el Evangelio es la que uno se hace a sí mismo”. Es el testimonio continuo de los mártires, cuya sangre es, por eso, una semilla de unidad». Ese mismo día el postulador de la causa de canonización de monseñor Romero, el italiano Vincenzo Paglia, fue nombrado miembro de la Comisión de obispos de la Congregación para la Causa de los Santos. Celebrando su nombramiento en Twitter, Paglia declaró: “el nombramiento de hoy me recuerda que debo redoblar mis esfuerzos como Postulador de las Causas del obispo mártir Óscar Romero y del sacerdote cubanoamericano, el Venerable Félix Varela”.