Primera plana para don Luigi Giussani en Cuba. La revista on line Espacio Laical abre el número que acaba de subir a la red con la intervención del nuncio Giorgio Lingua, pronunciada el 21 de junio de este año en ocasión de la inauguración de la muestra De mi vida a la vuestra sobre el fundador de Comunión y Liberación, que se exhibió en el claustro del centro cultural Félix Varela, en el centro histórico de La Habana y a pocos pasos de la catedral metropolitana. Las austeras aulas de lo que fue durante décadas el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, también recibieron la visita del Papa Francisco, el 20 de septiembre de 2015, en la conclusión de su primer viaje a Cuba, y aquí alentó a los jóvenes de la Isla a soñar, acoger y aceptar al que piensa distinto y esperar. Su representante en la Isla, en ocasión de la inauguración de la muestra, también utilizó tres conceptos: «autoridad, misericordia y fe», como palabras clave de “un gran educador” –don Giussani- «que no ha intentado “hacer de patrón sobre vuestra fe”, sino que ha sido “colaborador de vuestro gozo”».
Después de la crisis de la revista Espacio Laical que terminó hace dos años con la renuncia de los directores Roberto Veiga y Lenier González Mederos, y el nombramiento Gustavo Andújar Robles, laico y vicepresidente de SIGNIS mundial, la asociación católica internacional para la comunicación, la creatura del hoy cardenal emérito Jaime Lucas Ortega y Alamino se reorientó perfectamente en línea con el proyecto de la Iglesia cubana expresado en el Centro Cultural Félix Varela. Diálogo con las autoridades comunistas de Raúl Castro, reforma en profundidad del socialismo, formación civil de las nuevas generaciones, apertura internacional y pluralismo, perseguidos con gradualidad y sin choques con la realidad nacional que se ha consolidado en el último medio siglo. Una línea que el sucesor del cardenal Ortega como titular de la arquidiócesis de La Habana, Juan de la Caridad García, ya ha demostrado en diversas oportunidades que se propone continuar. Rozando incluso la polémica, tal como ocurrió hace pocos meses a raíz de una entrevista a la agencia Associated Press, en la cual afirmó que no esperaba que en Cuba “haya un capitalismo ni nada por el estilo, sino que el socialismo progrese” para ir “hacia adelante en una sociedad justa y equilibrada y de hermandad”.
El discurso del nuncio Giorgio Lingua sobre don Giussani, reproducido íntegramente por la revista – Espacio Laical se define como una institución cultural laica dependiente del Arzobispado de La Habana – concluye con un verdadero mandato sobre el rol que puede tener una realidad como Comunión y Liberación en Cuba. «Creo que un Movimiento como CL podría ofrecer una preciosa contribución a la materialización de cuanto el Papa Francisco dijo a los jóvenes cubanos el 20 de septiembre pasado, cuando habló de la necesidad de construir la amistad social». Vale decir, colaborar en la construcción – o reconstrucción – del bien común. «No se trata de creerse superiores a nadie, de querer enseñar algo, sino de ofrecer, como don, la contribución de una gracia recibida». Y CL «puede ofrecer su contribución formando personas que escuchen, que reflexionen y que sepan tener en cuenta la opinión de todos, porque esto es precisamente el ejercicio de la comunión en la libertad».
Don Giussani al igual que Varela, gran educador de jóvenes en un contexto de transformación – que el sacerdote italiano sintetizaba con la palabra crisis – se abre camino en Cuba siguiendo las huellas del prelado independentista y próximo beato. Es importante notar que el 28 de junio pasado el Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, recibió la documentación que comprobaría la curación milagrosa de un joven cubano por intercesión de Varela. Era la pieza que faltaba para reanudar la causa. El obispo Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia y postulador de la causa de beatificación de Varela, en una entrevista a Tierras de América confirmó que «La causa de beatificación ha vuelto a tomar impulso. Se produjo un milagro: el 28 de junio entregué al cardenal Amato la documentación sobre un milagro y en este momento está siendo estudiada por la Congregación para la causa de los santos». Con respecto a su trabajo como educador, Paglia agregó un dato importante. «Paralelamente, su compromiso como educador nace de la convicción de que la fe no es una especie de catecismo abstracto sino un compromiso en primera persona para ayudar a las generaciones a crecer en la conciencia del bien común. Ése es el fundamento de su inteligencia educativa, su compromiso de ofrecer la dimensión de promoción de la conciencia cristiana a las nuevas generaciones».