El tratamiento que ha concedido la prensa digital al tercer aniversario del pontificado resulta muy interesante y estimulante. Del monitoreo de los últimos siete días se deducen dos aspectos evidentes: por una parte, el enorme interés de la prensa web, que hizo circular miles de textos (en inglés, español, francés, italiano y portugués), y por la otra, muchísimas propuestas de análisis orgánicos y en profundidad, algunos de ellos originales. Al contrario de lo que se podía prever por los artículos de la semana anterior, la prensa de la red no ha privilegiado, en sus balances, la enumeración de eventos, decisiones o documentos importantes. Ha elegido, gradualmente, otra orientación, prefiriendo comentar y poner de relieve el ejercicio del ministerio, antes que centrarse en el magisterio. Por eso los contenidos más recurrentes, incluso en los títulos, se refieren casi siempre a palabras y conceptos que consideran sintomáticos de convicciones, estilos, propósitos, exhortaciones y advertencias; o bien momentos significativos, sobre todo durante sus viajes y visitas, que la prensa ha interpretado como instantáneas de un proceso y de un proyecto eclesiales. Por último, no faltaron las “previsiones” sobre el futuro, con una mirada aguda y a veces preocupada, sobre los desafíos y dificultades que esperan al Papa en los próximos meses. Nos parece que se puede hacer un “balance del balance” resumiéndolo en ocho consideraciones:
1.- Análisis abiertos y de horizonte amplio. El tono y el estilo de los comentarios, con las acostumbradas poquísimas excepciones, fue respetuoso y afectuoso, aún en el caso de las críticas, por lo menos de parte de los que siguen pensando que se puede estar en desacuerdo educadamente. La amplia mayoría de los autores ha tratado honestamente de comprender bien para relatar bien, sin pronunciar sentencia. En muchos casos los textos han subrayado que no era oportuno hablar de balances, reconociendo que estamos frente a un pontificado de tipo “taller” (los famosos trabajos en curso) y por lo tanto se trata de un proceso que unánimemente se considera de trascendencia histórica.
2.- Pontificado “taller”: proceso abierto. La idea de “proceso abierto” ha sido sin duda una constante en la gran mayoría de los artículos monitoreados. Los autores son conscientes, y lo confiesan, de que deben afrontar una cuestión compleja y difícil: por eso muchas veces hablan de hacer un alto para reflexionar, para evaluar la situación. No se expresa ningún juicio lapidario ni definitivo, ninguna condena o previsión catastrófica. Análisis siempre abiertos, posibilistas; dispuestos, en definitiva, a observar con atención un pontificado que ha logrado metas importante pero está en continuo movimiento.
3.- J. M. Bergoglio: un “manuscrito” que todavía hay que descifrar. Los análisis y comentarios se centran sobre todo en la persona del Papa Francisco. Son numerosos y bien logrados los intentos de “comprender al personaje”, el sacerdote, el pastor, y por eso se repiten las lecturas biográficas que pueden ayudar a descifrar la manera de ser Papa que ha elegido Jorge Mario Bergoglio. El Papa Francisco, para la gran mayoría de los observadores y analistas, sigue siendo un “manuscrito” que todavía no se ha descifrado completamente, aunque a esta altura ya resultan muy claros determinados rasgos personales y pastorales.
4.- Contenidos recurrentes. En todos estos análisis es posible, a pesar de la diversidad de puntos de vista y de enfoques, identificar algunos contenidos más frecuentes o repetidos/que se repiten. Creemos que, aproximadamente, el orden de frecuencia de esos temas es: el pontificado de la Misericordia; el pontificado de la palabra sencilla y coloquial; el pontificado del dinamismo y el movimiento; el pontificado de las periferias; el pontificado de los objetivos sinodales; el pontificado del encuentro y de los puentes tendidos; y por último, el pontificado de la profundización del diálogo ecuménico e interreligioso.
5.- El Papa y un liderazgo inédito. Los balances no solo confirman las buenas relaciones entre el Papa y la prensa, relación que se verifica en el binomio “hacerse escuchar-ser escuchado”, sino que también evidencia una atención al magisterio del Papa Francisco que, como no ocurría desde hace años, muchas veces trasciende los límites de lo que se considera “noticia religiosa”. La escucha de la voz del Papa supera las fronteras de los asuntos vaticanos y entra a formar parte de la política internacional y de los grandes debates sobre los problemas y desafíos de la humanidad.
6.- La agenda planetaria. Numerosos comentaristas han destacado que el dinamismo del pontificado, y por lo tanto de la diplomacia de la Santa Sede, ha dado origen a un fenómeno inesperado: un diálogo tempestivo y directo del Papa sobre las grandes prioridades, emergencias y eventos que dominan el curso de las relaciones internacionales. Más aún, en no pocos casos daría la impresión de que es el mismo Papa, con sus gestos y palabras, quien marca la agenda –o por lo menos focaliza la atención de manera inédita- de las cuestiones que el poder público y la opinión pública deben afrontar.
7.- Las críticas y las dudas. Sin duda no faltan en estos balances las críticas a lo que hace el Papa, y varios autores, abiertamente o entre líneas, enumeran los hechos o momentos controvertibles. La primera de estas críticas, expresada en términos generales, hace la siguiente consideración: desde el punto de vista de las tomas de posición y del magisterio, el papado se muestra fundamentalmente claro, coherente y convincente, pero, en algunos casos falta, o no resulta del todo claro, que las acciones sean consecuentes. En otras palabras, algunos consideran que no siempre hay continuidad entre las palabras y los hechos. En este campo se citan cuestiones como los abusos y ocultamientos, nombramientos o mantenimiento de personal eclesiástico que no es coherente con el estilo y el proyecto del pontificado, comportamientos que se consideran inexplicables (por ejemplo, no haber recibido a los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en México o a las víctimas australianas de abusos, que se encontraban en Roma durante la audición del cardenal Pell). Por último, aunque de manera muy prematura, hay quienes temen que las reformas en curso (de la Curia y las Secretarías, la unificación de los medios de comunicación vaticanos y de los organismos que se consideran innecesarios) pueda terminar creando estructuras mastodónticas, concentrando el poder en manos de unos pocos y alentando de esa manera el estilo autoritario y decisionista.
8.- La “geografía eclesial”. Por último hay que agregar que diversos análisis se refieren a la “geografía eclasial” del Papa Francisco, comentando los destinos de sus viajes internacionales y, sobre todo, las categorías sociales que, en el curso de sus 12 Peregrinaciones a los cinco continentes, ha querido encontrar. Algunos textos consideran que estos viajes de alguna manera han estructurado una “pastoral itinerante sólida y unívoca” que no dejará de tener consecuencias en los Episcopados locales, que varios autores consideran “fríos y alejados” –por lo menos algunos- del pontificado. Esta interpretación llevó a algunos vaticanistas a reflexionar sobre la “soledad” del Papa Francisco.