EL MÁS GRANDE DE LOS VIA CRUCIS. En una localidad de Ciudad de México, dos millones de personas participan en el rito del Viernes Santo. 400 actores, 500 comparsas y 2000 Nazarenos

Hoy, igual que hace dos mil años
Hoy, igual que hace dos mil años

Los números no dicen todo, pero no dejan dudas sobre las dimensiones populares del evento. Más de 400 actores, quinientas comparsas con 2.000 Nazarenos y 115 integrantes de grupos musicales. Desde hace 173 años, incluyendo el Año del Señor 2016, en una zona de Ciudad de México cuyo nombre es impronunciable –Iztapalapa- ubicada sobre el Cerro de la Estrella, se lleva a cabo una de las representaciones de la Pasión de Cristo más populares y populosas. Nada menos que dos millones de personas participarán este año. La traidición se remonta al siglo XIX, a 1833 para mayor exactitud, cuando los habitantes de Ciudad de México invocaron al Señor de la Cuevita y la epidemia de cólera que diezmaba la población comenzó a decrecer hasta que no hubo más muertos.

El momento más esperado de la Semana Santa de Iztapalapa es el Viernes Santo. Representar a Cristo en esta inmensa procesión es un honor que se disputan decenas de candidatos. Entre los requisitos para ser seleccionado, además de ser católico, naturalmente, es tener la fuerza suficiente para cargar sobre los hombros el madero del suplicio posterior a la flagelación, una cruz de 90 kilos y seis metros de largo. Al que representa a Cristo en el camino del calvario se le pide una buena formación religiosa, óptimo estado físico, ser originario de uno de los ocho barrios que forman la localidad de Iztapalapa y tener disponibilidad 13 domingos seguidos.

En total, entre los domingos, jueves, viernes y sábado se realizarán 34 horas de representación. En estas jornadas la procesión recorrerá 5 veces los 8 kilómetros del itinerario por los barrios de Iztapalapa, hasta llegar al lugar de la crucifixión, en el punto más alto del Cerro de la Estrella.

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