Una larga espera que parece haber entrado en la recta final. “El proceso de beatificación de mons. Romero será acelerado”, declaró en Roma su ex secretario, mons. Jesús Delgado, y agregó que el Papa Francisco está decicido a impulsar la causa. La estatua del futuro beato, en cambio, no progresa. La Comuna de Roma ha frenado la obra; uno de los problemas, y no el menor, es el tema de la posición de los brazos del obispo salvadoreño asesinado en 1980. El monumento será colocado en el “Jardín El Salvador” del EUR. “Un lugar maravilloso”, afirma con entusiasmo la embajadora del país centroamericano, Aida Luz Santos de Escobar. Los encargados de la administración pública quieren que los brazos se encuentren más levantados que en el diseño original, para destacar mejor el gesto de acogida. Los costos también influyen en los atrasos. “La Comuna ha solicitado 25 mil euros para cubrir sus propios gastos. Una cifra considerable que se suma al costo de realización de la estatua”.
La comunidad salvadoreña en Italia ha reunido hasta el momento 6.600 euros, que se encuentran depositados en una cuenta de la “Fundación Ildefonso Schuster”, de Milán, y ese dinero se usará probablemente para colocar bancos en el jardín alrededor del monumento”. El ateneo universitario “Roma Tre” de via Ostiense ha ofrecido los servicios profesionales de un arquitecto y la base sobre la cual será colocado. La CISL, uno de los principales sindicatos italianos, realizó una donación de 1.000 euros y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de El Salvador colabora asumiendo los gastos del traslado a Italia (por avión o barco, dependiendo del peso). “Esperamos que se pueda hacer por avión”, sonríe la embajadora, “de lo contrario los tiempos se prolongarán más todavía”. La señora Santos de Escobar destaca que se ha prometido el aporte económico de una comisión de parlamentarios italianos para El Salvador, representada por el Hon. Fabio Porta y la senadora Monica Cirinnà. “La semana pasada tuve el placer de recibirlos en la embajada y garantizaron su apoyo económico para la iluminación de la estatua”.
Se ha recibido asimismo una importante ayuda económica de la República de Taiwan, exclusivamente en razón de la amistad que une a los dos pueblos: “Es una cercanía sencilla y gratuita, al igual que la de los parlamentarios italianos”, confirma la embajadora, quien refiere con satisfacción que el martes 23 de setiembre el artista Guillermo Perdomo entregó la estatua terminada a la Fundación Romero de El Salvador. “Ahora se debería efectuar un acto de donación de la Fundación al gobierno de nuestro país o directamente a Roma Capital”.
Por otro lado, la prevista beatificación de mons. Romero multiplica las señales de reconocimiento de sus propios compatriotas: la avenida que une San Salvador y Santa Tecla lleva su nombre, el aeropuerto internacional de San Salvador ha sido dedicado al obispo asesinado y numerosas pinturas y murales que se encuentran en el palacio presidencial mantienen viva su memoria. “El reconocimiento más importante –destaca la embajadora- ha sido el de la ONU, que el 21 de diciembre de 2010 declaró el 24 de marzo, día del asesinato de Romero, “Día internacional del derecho a la verdad” en referencia a las graves violaciones a los derechos humanos y a la dignidad de las víctimas”.
Por último la embajadora Aída Santos de Escobar relata un recuerdo personal, de la época en que estudiaba Derecho en la capital salvadoreña. “Recuerdo especialmente las palabras de una homilía de Romero y las tengo muy presente: “La justicia es como la serpiente, solo muerde al que está descalzo”. Se comprende inmediatamente el significado de esta metáfora”. En cuanto al proceso de beatificación, la satisfacción de la embajadora es calurosa. “Sin embargo”, agrega, “espero que la justicia humana también siga su curso y cuanto antes se haga justicia por su muerte”.